Entre Argel y Madrid, unas desavenencias que inquietan a sectores económicos
Los intercambios comerciales entre España y Argelia están paralizados, seis meses después de que el país norafricano rompiera su tratado de amistad bilateral por diferencias sobre el Sáhara Occidental, para inquietud de las empresas más perjudicadas.
Ventas bloqueadas, inversiones congeladas y proyectos paralizados: desde junio, "no podemos ni exportar ni importar, todas las operaciones están en stand by", afirma Julio Lebrero, responsable de Aecomhel, empresa española especializada en la fabricación de equipamiento para obras públicas.
Esta mediana empresa, que posee el 40% del grupo argelino Europactor, desarrolla casi toda su actividad en Argelia. Esto la pone en una situación delicada: "Llevamos seis meses sin poder ingresar ni un solo euro en las cuentas, resulta insostenible", dice un Lebrero "muy preocupado".
Al igual que Aecomhel, decenas de empresas españolas están paradas porque no pueden vender sus productos en Argelia.
Esta situación también afecta a algunas pequeñas y medianas empresas argelinas, que dependen de las materias primas y de las piezas de recambio "made in Spain".
En el origen de este bloqueo, el giro abrupto dado a mediados de marzo por el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, cuando decidió apoyar el plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental, una antigua colonia española cuyo control se disputan Rabat y los independentistas del Frente Polisario, apoyados por Argel.
Ante este cambio importante respecto a la posición tradicionalmente neutral de Madrid, Argel suspendió el 8 de junio el tratado de amistad y cooperación firmado en 2002 con España, restringiendo las transacciones comerciales y congelando las operaciones bancarias desde y hacia este país.
Esta congelación, anunciada por la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras de Argelia (Abef, según su sigla en francés), "ha tenido un impacto fuerte en las transacciones" entre ambos países, según Alfonso Tapia, director general de Omnicrea Consultoria, consultora especializada en el mercado argelino.
- "Todo se ha paralizado" -
Ante el bloqueo, algunos grupos hacen transitar la mercancía por terceros países, pero esta opción sólo se la pueden permitir las grandes empresas, debido al coste adicional.
Para España, la factura es alta. Según el ministerio español de Comercio, las exportaciones a Argelia alcanzaron un techo de 138 millones de euros (145 millones de dólares) entre junio y septiembre, frente a los 625 millones del mismo periodo de 2021. Esto supone un déficit de 487 millones de euros en sólo cuatro meses.
Productos agroalimentarios, químicos, textiles, construcción... En muchos sectores, "todo se ha paralizado", confirma Djamel Eddine Bouabdallah, presidente del Círculo de Comercio e Industria Argelino-Español (CCIAE). Según él, hay empresas que han tenido que cerrar.
La única excepción es el gas, cuyas entregas a España se mantuvieron en los últimos meses, si bien el grupo argelino Sonatrach revisó su precio al alza.
¿Cuánto durará esta disputa? En junio, el gobierno español se mostraba confiado, calificando a Argel de "socio fiable", pero desde entonces ha sido más discreto.
- "Ambigüedad" -
Esta situación causa desánimo en las empresas afectadas. "Hemos pedido soluciones a las autoridades, pero no hemos recibido ninguna noticia", explicó una portavoz de la Asociación de los productores españoles de fritas, esmaltes y colores cerámicos (Anffecc).
En este sector, muy dependiente del mercado argelino, la congelación de las transacciones ha costado ya más de 70 millones de euros. Y muchos temen una pérdida de cuota de mercado a largo plazo frente a la competencia francesa o italiana.
El gobierno español actúa "como si no existieran problemas, nos tiene totalmente desasistidos", lamentó Lebrero. Un punto compartido por una dirigente de una empresa española que, bajo anonimato, lamentó la "pasividad" de Madrid y la "ambigüedad" de Argel.
Así, en un comunicado publicado a finales de julio, la Abef había anunciado el fin de las restricciones bancarias con España, pero este anuncio quedó en papel mojado, dejando a las empresas a la expectativa.
"Actualmente hay negociaciones entre los dos gobiernos, no pueden dejar las cosas así", dice Djamel Eddine Bouabdallah. Un mensaje del que se hace eco Alfonso Tapia, que espera que todo "se solucione pronto", porque "esa situacion no es buena para nadie".
C.F.Salvi--BD