Putin admite crecientes tensiones nucleares pero descarta ser el primero en usar esas armas
El presidente ruso, Vladimir Putin, admitió el miércoles un aumento en las tensiones nucleares, aunque insistió en que no será el primero en usar tales armas en el conflicto con Ucrania.
En una reunión televisada con el Consejo de Derechos Humanos ruso, Putin admitió que el conflicto en Ucrania podría extenderse aún más.
Tras la invasión de Ucrania el 24 de febrero, las autoridades de Rusia dejaron planear varias veces la posibilidad de usar el arma nuclear en caso de amenaza a su integridad territorial, en la que incluye las regiones anexadas de Ucrania.
Esas proclamas levantaron temores y acusaciones en todo el mundo.
"No nos hemos vuelto locos, sabemos lo que son las armas nucleares", sostuvo el jefe del Kremlin.
"Consideramos las armas de destrucción masiva, el arma nuclear, como un medio de defensa. (Usarla) se basa en lo que llamamos 'ataque en represalia': si nos atacan, respondemos", afirmó.
No obstante, añadió que "la amenaza de una guerra nuclear está creciendo" y culpó de esto a los estadounidenses y europeos, que dan un fuerte respaldo financiero y militar a Ucrania.
El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ned Price, se negó a responder directamente a Putin, pero estimó que "cualquier conversación a la ligera sobre armas nucleares es absolutamente irresponsable".
- "Un proceso largo" -
Pero el canciller alemán, Olaf Scholz, declaró que el riesgo de utilizar armas nucleares en el conflicto de Ucrania ha disminuido gracias a la presión internacional sobre Rusia.
"Hay algo que ha cambiado por ahora: Rusia cesó sus amenazas de utilizar el arma nuclear", dijo Scholz en esa entrevista con el grupo de medios alemanes Funke y el diario francés Ouest-France.
Agregó que "la prioridad es que Rusia ponga fin a la guerra y retire sus tropas" de Ucrania, pero "es verdad que luego deberemos saber cómo garantizar la seguridad en Europa".
En tanto, Putin acusó a la ONU y a otras organizaciones internacionales, así como a los medios de comunicación occidentales, de tener una actitud tendenciosa y antirrusa ante la ofensiva de Moscú en Ucrania y de propagar "mentiras flagrantes".
Putin admitió que el conflicto está durando más de lo que pensaba, pero alegó que Rusia obtuvo en estos nueve meses "resultados significativos", en referencia a la anexión por Moscú de cuatro regiones ucranianas.
En las últimas semanas, las tropas rusas sufrieron, sin embargo, varios reveses y tuvieron que retirarse de la ciudad de Jersón (sur).
El Kremlin justificó la invasión de Ucrania por la necesidad de defender a la población rusohablante y de romper la alianza entre Kiev y Occidente, que considera como una amenaza estratégica.
La Unión Europea propuso este miércoles adoptar sanciones contra las fuerzas armadas y contra otros tres bancos de Rusia, como parte del noveno paquete de medidas restrictivas impuestas por la guerra.
- "Ecocidio" -
Putin anunció que ya desplegó en Ucrania a 150.000 reservistas, la mitad de los 300.000 movilizados en septiembre.
Entre esos reclutas, unos 77.000 se hallan en la línea de frente, precisó.
Putin descartó por el momento una nueva movilización de reservistas.
En el terreno, los bombardeos continuaron el miércoles, con seis civiles muertos y cinco heridos en un ataque ruso contra la ciudad de Kurajove, cerca de Donetsk (este), donde se concentra actualmente la mayor parte de los combates.
"Un mercado, una estación de autobuses, gasolineras y edificios residenciales fueron los objetivos de los ataques", declaró el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
Precisó que los ataques en Kurajove dejaron 10 muertos civiles.
La víspera en Donetsk, bajo control de los separatistas prorrusos desde 2014, ocho civiles murieron en ataques ucranianos, según autoridades locales.
Ante sus repetidos reveses, el Kremlin decidió en octubre concentrar sus bombardeos contra las instalaciones energéticas ucranianas, privando a la población de electricidad, agua y calefacción a puertas del invierno.
La fauna ucraniana también ha pagado un alto precio, con la muerte de miles de delfines en el mar Negro en los últimos meses.
A.Krishnamurthy--BD