Al menos 131 civiles murieron a manos de rebeldes en RD Congo, según la ONU
Al menos 131 civiles murieron a manos de rebeldes del M23 el 29 y 30 de noviembre en el este de la República Democrática del Congo (RDC), según una investigación preliminar de la ONU divulgada este jueves.
Las autoridades de Kinshasa cifraron el lunes en unos 300 los muertos en la aldea de Kishishie, en la provincia de Kivú del Norte.
El balance de la investigación preliminar de la ONU se refiere a Kishishe y la aldea vecina de Bambo, según un comunicado de la Misión de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (Monusco).
Esos 131 civiles (102 hombres, 17 mujeres y 12 niños) fueron asesinados "en actos de represalia contra la población civil", agregó.
"Las víctimas fueron ejecutadas arbitrariamente con balas o armas blancas", añadió. "Ocho personas resultaron heridas de bala y otras 60 fueron secuestradas. Al menos 22 mujeres y 5 niñas fueron violadas", precisó.
Estos actos de violencia se produjeron en el marco de una campaña de asesinatos, violaciones, secuestros y saqueos contra esas dos aldeas del territorio de Rutshuru en represalia por los enfrentamientos entre el M23" y milicianos de las FDLR (Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda) y otros grupos armados, continúa el comunicado.
En la investigación fueron interrogadas "52 víctimas y testigos directos, y diversas fuentes" en Rwindi (20 km de Kishishe), adonde se encuentra una base de la Monusco y donde se han refugiado afectados por la violencia.
Kishishe está actualmente controlada por la rebelión del M23 ("Movimiento 23 de marzo"), un antiguo grupo rebelde tutsi derrotado en 2013, que retomó las armas a finales del año pasado y en los últimos meses ha conquistado grandes franjas de territorio al norte de Goma, la capital de la provincia de Kivu Norte.
El 1 de diciembre, el ejército congoleño acusó al M23 de haber masacrado al menos a 50 civiles en este pueblo de Kivu Norte, cifra que el gobierno estableció al día siguiente en "más de cien" muertos y luego en "alrededor de 300".
El movimiento rebelde rechazó las acusaciones de las autoridades congoleñas y reconoció la muerte de ocho civiles en esta aldea, asesinados según él por "balas perdidas" durante los combates con los milicianos.
G.Luthra--BD