Ministros deberán acercar posiciones en recta final de conferencia de ONU sobre biodiversidad
Un acuerdo para salvar la naturaleza en la conferencia de biodiversidad de la ONU en Montreal dependerá de que los ministros logren desde este jueves acercar posiciones, tras días de intensas y difíciles negociaciones.
La reunión de alto nivel se extenderá hasta el lunes, cuando se prevé que se aprueben una veintena de objetivos con miras a rescatar los ecosistemas, restaurar las tierras degradadas y poner bajo protección a casi un tercio de la Tierra.
Para lograrlo, los 196 miembros del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) de la ONU deben consensuar un "marco global de biodiversidad" que regirá hasta 2030.
Los científicos advierten que debemos repensar urgentemente nuestra relación con la naturaleza, antes de que la explotación y depredación excesivas acaben confirmando lo que algunos temen: la sexta extinción masiva en la historia del planeta.
Pero como sucedió hace poco menos de un mes en la COP27 del clima de Sharm el Sheij, Egipto, el dinero monopoliza buena parte de las discusiones en la ciudad canadiense.
Y fue lo que llevó a un pico de tensión el miércoles, cuando las delegaciones de los países en vías de desarrollo y las naciones ricas interrumpieron las negociaciones, que quedaron en suspenso durante horas.
El tema de la discordia: la creación de un fondo para la biodiversidad, que respalde económicamente los esfuerzos para cubrir las metas del pacto.
"Nuestros territorios albergan la mayor parte de la diversidad biológica del mundo", declaró la delegación de Brasil, que encabeza una coalición de decenas de países que exige "subvenciones financieras de al menos 100.000 millones de dólares anuales, o el 1% del PIB mundial hasta 2030".
La cifra representa diez veces las ayudas actuales, y tanto como lo prometido para la lucha contra el calentamiento global.
Argentina, Ecuador, Venezuela, Guatemala, Bolivia, Cuba, República Dominicana y Paraguay, entre otros, son parte de esta coalición.
Pero la posición de los países ricos es que crear ese fondo "podría llevar años" y sería menos eficaz que reformar los mecanismos financieros ya existentes.
La mediación de la presidencia china de la COP15 permitió encauzar nuevamente el diálogo, después de una reunión de emergencia en la que los países desarrollados "mostraron flexibilidad" sobre las modalidades de movilización de recursos, afirmó David Ainsworth, portavoz de la CDB.
- Voluntad política -
En el corazón de los debates se encuentran varios temas candentes: la protección del 30% del espacio terrestre y del espacio marítimo mundial, una sensible mejora respecto al 17% y 8% actuales respectivamente.
Además, la eliminación de los millonarios subsidios perjudiciales para las especies, el apoyo a la pesca y la agricultura sostenibles, la reducción de los pesticidas y la reforestación.
"El grupo africano quiere llegar a un acuerdo con dinero sobre la mesa, otros países emergentes también, pero Brasil está utilizando la cuestión financiera para hacer descarrilar el proceso", señaló un negociador occidental.
Según él, la delegación brasileña sigue en manos de los equipos del presidente saliente Jair Bolsonaro, que apoya a una agroindustria hostil a la reducción de pesticidas.
Pero los países del Sur que se han perfilado como ambientalmente ambiciosos también se hicieron oír: "A pesar de nuestros esfuerzos, nos preocupa profundamente la falta de un compromiso claro con la movilización de recursos", declaró el representante colombiano en la reunión sobre la crisis.
La actitud de los países avanzados "ha llevado las negociaciones al borde de la ruptura total", declaró el miércoles Innocent Maloba, experto de la ONG WWF International.
"Los países desarrollados, con su papel eminente en la crisis de la biodiversidad dado su nivel de consumo, tienen el deber de apoyar a los países en desarrollo, va en su propio interés".
Las necesidades son inmensas: el coste de una transición económica capaz de salvaguardar la naturaleza se ha estimado en unos 900.000 millones de dólares anuales, una cuarta parte para la conservación de las zonas protegidas y el resto para "ecologizar" la economía.
Pero el mundo gasta "entre 130.000 y 140.000 millones de dólares al año en biodiversidad, principalmente en fondos públicos que se gastan en los países ricos, mientras que al Sur llega muy poco dinero", explica Gilles Kleitz, de la Agencia Francesa de Desarrollo.
Zakri Abdul Hamid, fundador malasio del IPBES, el equivalente para la biodiversidad del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC), advirtió el miércoles a los ministros: "Lo que falta aquí es voluntad política y un consenso sincero sobre lo que hay que hacer".
G.Radhakrishnan--BD