Presidente sudafricano parte como favorito para liderar su partido pese a escándalo
El Congreso Nacional Africano (ANC), partido histórico en el poder en Sudáfrica, se reúne el viernes para elegir a su próximo líder y el probable futuro jefe de Estado, días después de neutralizar la amenaza de destitución contra el actual presidente Cyril Ramaphosa.
Unos 4.500 delegados del ANC llegados de todo el país votarán durante un congreso de cinco días que tiene lugar en un centro de conferencias en las afueras de Johannesburgo.
Ramaphosa, de 70 años, va camino de conservar la presidencia del partido y de conseguir un segundo mandato al frente del país si su formación gana las elecciones generales de 2024.
Su único rival, por ahora, es su antiguo ministro de Sanidad, Zweli Mkhize, de 66 años.
El jefe de Estado elegido en 2018 enfrenta esta fecha crucial después de haber esquivado un procedimiento de destitución que, paradójicamente, hizo que el partido estrechara filas en torno a él.
Empresario acaudalado, Ramaphosa está acusado de haber ocultado un robo en 2020 de fajos de dólares escondidos en un sofá en una de sus propiedades. La policía investiga el caso, en el que el presidente no ha sido inculpado por ahora.
Sin una alternativa creíble dentro del ANC, el partido mayoritario en el Parlamento lo respaldó y votó en contra de abrir un procedimiento de destitución contra el jefe de Estado.
Algunas voces se levantaron contra la "línea" impuesta por el partido, pero la orden era clara: hay que apostar por Ramaphosa. Y los miembros del ANC que se opongan se arriesgan a sanciones.
- "Turbulencias" -
Neutralizar un procedimiento de destitución "probablemente reforzó su candidatura a una reelección" y eliminó cualquier "incertidumbre" sobre qué decisión tomar, indicó la analista política Susan Booysen a la AFP.
Con un respaldo menguante desde hace 10 años, ANC quedó por debajo del 50% de los votos en las elecciones locales del año pasado, lo que le hizo perder el poder en algunas ciudades clave.
El partido de Nelson Mandela, que dirige el país desde el fin del apartheid, teme una derrota en las elecciones generales de 2024 y Ramaphosa parece el mejor colocado para evitarlo.
El presidente goza de alta popularidad a pesar del reciente escándalo y de no haber conseguido resolver en su primer mandato el desempleo endémico, las desigualdades ni la crisis en el suministro energético que provoca apagones constantes.
Sus últimas apariciones públicas se convirtieron en baños de masas y peleas para sacarse un retrato con él.
En la víspera de la apertura de la conferencia, en una gala de recaudación de fondos organizada por el ANC, Ramaphosa dijo que era un momento "decisivo" para Sudáfrica.
El presidente enumeró las recientes dificultades como la pandemia, la inflación vinculada a la guerra en Ucrania o los disturbios de julio de 2021 que causaron más de 350 muertos, y también reconoció los problemas en su formación.
"De igual modo, el ANC ha experimentado sus propios desafíos y algunos incluso dirían turbulencias", dijo.
"El ANC necesita a Ramaphosa. Va a ganar", augura el analista político sudafricano Ralph Mathekga. "Incluso quienes lo detestan necesitan que gane", añade a propósito de las divisiones internas del partido.
Con una oposición que no consigue estructurarse, el camino parece dirigido a una reelección.
El ANC ganó las elecciones generales de 2019 con 57% de los votos, contra 62% en 2014. El partido conserva una mayoría absoluta en el parlamento con 230 escaños de 400.
A.Krishnamurthy--BD