Fuerte abstención en legislativas de Túnez, boicoteadas por partidos
Los tunecinos rechazaron masivamente participar el sábado en unas elecciones legislativas boicoteadas por la mayoría de partidos, por considerarlas un paso más hacia la construcción de un sistema hiperpresidencialista bajo el actual jefe de Estado, Kais Saied, que hace año y medio asumió plenos poderes.
La nueva cámara de 161 diputados reemplazará a la congelada por Saied el 25 de julio de 2021, pero contará con restricciones tras la adopción de una nueva Constitución en un referéndum marcado por una masiva abstención.
El presidente de la comisión electoral, Farouk Bouasker, anunció una exigua participación del "8,8% a las 18.00 horas" (17H00 GMT), cifra que se completará con el cierre tardío de algunas oficinas. Los resultados preliminares de la primera ronda legislativa se anunciarán el lunes.
Es la participación electoral más baja desde la Revolución de 2011, tras años récord, y supone tres veces menos que la del referéndum sobre la Constitución de este verano (30,5%), que ya estuvo marcada por la abstención.
Este nuevo Parlamento "se supone que será más democrático y presente que todos los Parlamentos anteriores en la historia del país", ironizó el analista Youssef Chérif en Twitter.
Bouasker reconoció una "tasa modesta pero no vergonzosa", creyendo que se explicaba por "la ausencia total de compra de votos (...) con financiación extranjera", a diferencia, según él, de ciertas votaciones en el pasado.
La mayoría de partidos boicotearon estas elecciones, incluido el movimiento de inspiración islamista Ennahdha, enemigo jurado del presidente, que dominaba el Parlamento disuelto.
En el nuevo parlamento, los diputados no podrán destituir al presidente y tendrán prácticamente imposible censurar al Gobierno. Además, el jefe de Estado dispondrá de prioridad para hacer aprobar sus leyes.
"El voto es una formalidad para finalizar el sistema político impuesto por Kais Saied y concentrar el poder en sus manos", indicó a la AFP el politólogo Hamza Meddeb.
Los 12 millones de habitantes del país norteafricano están mucho más preocupados por el creciente coste de la vida, con una inflación de casi el 10%, y la recurrente escasez de alimentos como la leche y el azúcar.
El país se encuentra sumido en una fuerte crisis política y muy polarizado desde que Saied asumiera plenos poderes el 25 de julio de 2021, tras argumentar que el país se había vuelto ingobernable desde el triunfo de la revolución de 2011.
A ello se suma una grave situación económica y la guerra en Ucrania, de la que depende para sus importaciones de trigo.
G.Vaidya--BD