Cyril Ramaphosa, el protegido de Mandela que permanece en el poder
El presidente sudafricano Cyril Ramaphosa, protegido de Nelson Mandela, que lo consideraba uno de los políticos más dotados de su generación, fue respaldado por su partido para que lo siga liderando, pese a un escándalo que le persigue desde hace meses.
El Congreso Nacional Africano (ANC), de donde han procedido los presidente sudafricanos en los últimos treinta años, lo reeligió como líder de la formación.
Ramaphosa, afable y popular, continúa siendo la figura menos contestada de la formación, debilitada por sus divisiones internas. La semana pasada escapó a un procedimiento de destitución gracias al apoyo que le brindó el partido, que tiene mayoría en el Parlamento.
A finales de noviembre, Ramaphosa se vio fuertemente debilitado por un informe que reveló que podría haber violado la ley en el marco de un robo de una de sus propiedades en 2020, donde se encontró una importante suma de dinero en metálico escondida en un sofá.
Ahora, todo el mundo se pregunta si podrá seguir siendo el líder del país. Pero, en ausencia de un sucesor creíble, el ANC impuso a sus diputados que le apoyen plenamente.
Ramaphosa, de 70 años, conocido por ser un buen negociador, sucedió al sulfuroso Jacob Zuma en 2018, haciendo de la lucha contra la corrupción su caballo de batalla.
Pero una denuncia presentada en junio le reprocha no haber denunciado el robo en su granja de Phala Phala, a dos horas al norte de Pretoria, ni a la policía ni a las autoridades fiscales. El caso sigue siendo objeto de investigación policial.
El escándalo ha suscitado dudas sobre su probidad y "recuerda que no es un superhombre", dice a la AFP la politóloga Susan Booysen, afirmando que hasta ahora el presidente se había forjado una imagen de "icono" anticorrupción.
- McDonald's y Coca-Cola -
Nacido el 17 de noviembre de 1952 en Soweto, el epicentro de la lucha contra el apartheid, cerca de Johannesburgo, Ramaphosa aspiró mucho tiempo a la presidencia antes de alcanzarla.
Estudió derecho, se convirtió en activista en la década de 1970 y pasó once meses en régimen de aislamiento. Luego se dedicó al sindicalismo, la única forma legal de luchar contra el régimen racista.
En 1982, fundó el poderoso sindicato de mineros, que sacudió al gobierno blanco con huelgas masivas.
En 1990 estuvo al lado del emblemático Mandela cuando salió de la cárcel y contribuyó a la transición democrática.
Fue candidato a la presidencia del ANC en 1999, pero los caciques del partido prefirieron a Thabo Mbeki.
Este padre de cuatro hijos se alejó entonces de la política y se dedicó a los negocios. Con su holding Shankuda, otrora propietario de licencias locales de McDonald's y Coca-Cola, amasó millones y logró entrar en la clasificación Forbes de las personas más ricas de África.
Su riqueza ha sido a veces un obstáculo y sus críticos afirman que es más empresario que político.
En 2012, cuando era administrador del grupo minero Lonmin, apoyó la intervención policial contra los mineros en huelga de Marikana. Treinta y cuatro de ellos murieron en el peor tiroteo policial desde el apartheid.
No fue procesado, pero aún hoy algunos le consideran responsable.
Esto no le impidió volver a la política. Primero como vicepresidente del ANC en 2012, y luego como vicepresidente de Jacob Zuma, en 2014. Finalmente asumió el liderazgo de la ANC en 2017.
Tras la destitución de Zuma al año siguiente, tomó las riendas del país. Encabezó la batalla por el acceso equitativo a las vacunas, y su gestión de la crisis de covid fue aclamada internacionalmente.
Pero ahora se enfrenta a un creciente descontento alimentado por el desempleo y la elevada desigualdad.
C.Jaggi--BD