El Congreso de EEUU juzgó a Trump pero para la justicia es más complicado
El comité de la Cámara de Representantes que investigó el asalto al Capitolio de Estados Unidos en 2021 está convencido de que Donald Trump cometió varios delitos pero armar un caso judicial es algo más difícil.
El comité de nueve miembros resumió las conclusiones de su investigación de 18 meses en su última reunión del lunes, en la que la vicepresidenta del comité, la republicana Liz Cheney, declaró a Trump "no es apto para ningún cargo."
El panel sugirió al Departamento de Justicia imputar a Trump cuatro cargos: obstrucción de un procedimiento oficial, conspiración para defraudar a Estados Unidos, declaraciones falsas al gobierno e incitación a la insurrección.
Según los congresistas, Trump pasó meses mintiendo a sus simpatizantes de que le robaron las elecciones de 2020, azuzó a una turba a asaltar el Capitolio de Washington el 6 de enero de 2021 y no hizo nada por evitar la violencia de ese ataque que dejó cinco muertos.
Analistas jurídicos admitieron que el caso presentado por la comisión de la Cámara de Representantes es convincente, pero advirtieron que hay normas más onerosas que limitan a los fiscales en un caso penal.
"Hay un conjunto de normas federales sobre pruebas que controlan qué testimonios puede escuchar un jurado", escribió la exfiscal estadounidense Joyce Vance en un análisis del trabajo del comité.
El Departamento de Justicia "debería evaluar cuidadosamente las pruebas (...) para determinar si las pruebas admisibles de que dispone son suficientes", añadió.
- Sesgado -
Trump nunca dio su versión detallada de los hechos. Se limitó a decir que se enfrentaba a una caza de brujas.
Los analistas señalan que el pronunciamiento del comité fue sesgado y no abordó las eventuales líneas de defensa de Trump.
Hasta el entonces vicepresidente Mike Pence, a quien Trump atacó sin piedad por negarse a ayudarlo a revertir el resultado de la elección, ahora defiende al expresidente. Pence alega que no es delito ser mal aconsejado por un abogado.
"Tal vez lo crucial es que Trump tendía a operar de manera evasiva -pasando tareas a subordinados, evitando confrontaciones, evitando correos electrónicos-, por lo que las pruebas admisibles pueden ser más difíciles de conseguir de lo que podían esperar los seguidores del comité", dijo a la AFP Kevin O'Brien, exasistente del fiscal general de Estados Unidos
O'Brien espera que el fiscal general Merrick Garland proceda con cautela y no cree que haya una acusación "a corto plazo".
Gerard Filitti, asesor del grupo de expertos The Lawfare Project, dice que un jurado en desacuerdo sería el resultado más probable si el caso de Trump llega a juicio, ya que muchos estadounidenses creen que realmente le habían robado las elecciones
"El Departamento de Justicia seguramente no presentará cargos a menos que confíe en obtener una condena", dijo a la AFP. "Y se precisan pruebas más detalladas sobre lo que Trump sabía y cuánto sabía sobre lo que hizo público el comité", añadió.
- "Hay lo suficiente" -
El presidente del comité, Bennie Thompson, ha admitido la diferencia en la carga de la prueba entre una investigación del Congreso y una penal y describió lo elaborado por el panel como un "mapa" para procesar a Trump.
Por otra parte, los fiscales podrían utilizar poderes que el Congreso no tiene para hacer cumplir las citaciones y obtener pruebas que los legisladores no fueron capaces de conseguir.
Cheney reveló en una audiencia que Trump intentó hablar con un testigo durante la investigación, pero la manipulación de testigos no está entre los cargos que los legisladores pidieron al Departamento de Justicia que considere.
Otra integrante del panel, Zoe Lofgren, dijo que una testigo fue representada por un abogado vinculado a Trump que insinuó que su cliente podría decir que no recordaba lo que le preguntasen los investigadores.
Lofgren dijo que la testigo recibió una lucrativa oferta de trabajo al acercase la fecha de prestar testimonio.
"La testigo creyó que era un intento para afectar a su testimonio. Nos preocupa que estos esfuerzos puedan haber sido una estrategia para impedir que la comisión descubra la verdad", dijo Lofgren.
El comité también apuntó contra funcionarios de la Casa Blanca, incluida la hija de Trump, Ivanka, cuyo testimonio no fue "del todo franco".
Acusar a Trump sería visto por casi la mitad de los estadounidenses como "mal concebido" y "profundamente divisivo", observó el analista político Aron Solomon.
"Sin embargo creo que el DOJ seguirá adelante con los cargos porque hay lo suficiente", dijo y añadió que el departamento "enfrentaría desafiantes cuestiones si opta por no avanzar".
G.Luthra--BD