Solicitantes de asilo en Reino Unido "aterrorizados" por el plan para deportarlos
Después de salir de Oriente Medio o África, cruzar Europa y por último el Canal de la Mancha, los solicitantes de asilo en el Reino Unido corren el riesgo de ser deportados a Ruanda. Un proyecto "terrorífico", dicen los migrantes, y que según ellos no logrará disuadirlos.
El hotel está a solo unos cientos de metros de las modernas torres del área de la City de Londres. Pero allí no hay personas de negocios, sólo solicitantes de asilo, solos o en familia.
Llegaron de forma irregular al Reino Unido, algunos escondidos en camiones, otros en barcos. En 2022 más de 45.000 migrantes cruzaron el Canal de la Mancha en estas embarcaciones improvisadas, un récord.
Muchos no hablan inglés, pero la palabra Ruanda es suficiente para desencadenar reacciones. "Ya no puedo dormir", dijo Mohammed, un sudanés de 24 años que llegó en barco hace dos años.
"¿Ruanda? No. ¿Te gustaría vivir allí?", se pregunta un kurdo iraquí mientras fumaba un cigarrillo frente al hotel.
En abril, el gobierno de Boris Johnson concluyó un acuerdo con Ruanda para expulsar a los migrantes que llegaron de forma irregular a territorio británico, vengan de donde vengan e incluso antes de que se examine su solicitud de asilo. Una política controvertida orientada a desalentar la entrada por el Canal.
El lunes, la justicia británica dio luz verde al proyecto que el gobierno quiere materializar lo antes posible.
"Da mucho miedo. Es muy estresante para la gente del hotel", cuenta Amir, un kurdo iraní de 24 años. Él, que llegó al Reino Unido hace cuatro años escondido en un camión, cree que no se verá afectado por el plan, ya que espera obtener el estatus de refugiado pronto.
Pero después de tantos años rodeado de migrantes que han huido de la guerra o la persecución, no tiene dudas de que la amenaza de enviarlos a Ruanda "no los detendrá. Seguirán viniendo".
- "Mantenerse con vida" -
"Este proyecto es aterrador", dice también Abdulhakim, un etíope de 24 años, que ingresó al Reino Unido por barco. En abril, cuando apareció el proyecto, "hablamos mucho de esto. Todo el mundo estaba aterrorizado"
Luego, en junio, se canceló un primer vuelo tras una decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (CEDH). A pesar del fallo del lunes, Abdulhakim espera que el proyecto no se concrete.
Sería horrible. Como empezar de cero. (...) Ruanda no es un lugar seguro. ¡Hubo un genocidio en este país!", continúa Abdulhakim.
Mary, una iraní de 23 años, preferiría ser deportada a Ruanda que enviada de regreso a su país. "Si volviera a Irán, me arrestarían. (...) Al menos, en Ruanda, podría seguir con vida". Esta mujer salió de Irán con su esposo hace dos años. Tomaron un barco al Reino Unido cuando su solicitud de asilo fue rechazada en los Países Bajos. Ambos se convirtieron al cristianismo, dice ella.
"No sé nada sobre Ruanda, excepto que está en África. Pero si no tengo otra opción, iré".
Ante las críticas, el gobierno insiste en que existen rutas seguras y legales para los migrantes.
Pero en una comisión parlamentaria, la ministra del Interior de extrema derecha, Suella Braverman, tuvo dificultades para responder a un legislador que le preguntó de qué manera un huérfano de dieciséis años de un país del este de África que huía de la guerra podía vivir legalmente en el Reino Unido.
"Dependiendo del país de origen, se puede acercar al ACNUR (la agencia de la ONU para los refugiados)", intentó responder uno de los consejeros.
El Ministerio del Interior destaca la reunificación familiar entre estos "caminos seguros", pero los inmigrantes fuera del hotel son unánimes: nunca podrían haber llegado legalmente al Reino Unido.
Es el caso del etíope Abdulhakim, "es imposible venir legalmente. ¿Tal vez con una visa de estudiante? Pero no tenía los recursos para estudiar".
Amir, el kurdo de Irán, que dice estar amenazado en ese país, es categórico: "¡No existe la posibilidad de pedir asilo desde Irán! ¿De verdad creen que Irán me habría dado un pasaporte?", remata.
D.Wason--BD