Rusia celebra un año nuevo deslucido en pleno conflicto en Ucrania
Los rusos están acostumbrados a festejar el Año Nuevo con celebraciones espectaculares. Pero este año, tras diez meses de combates y reveses militares en Ucrania, pocos están con ánimo de fiesta.
Rusia inició su ofensiva militar contra la exrepública soviética el 24 de febrero y ha sufrido varios reveses en el terreno.
En vez de gastar dinero en festejos grandiosos, Nadejda Arkhipova, una habitante de Moscú, hizo un llamado a equipar mejor a los reservistas movilizados en otoño, algunos de los cuales fueron enviados al frente sin el material necesario.
"Antes que nada, a nuestros soldados no deben faltarles equipos de calidad", declaró Arkhipova, de 40 años, a la AFP.
Muchos comparten su punto de vista. La ciudad de Moscú anuló los fuegos artificiales que en general se lanzan el 31 de diciembre, tras una votación en línea en la que una mayoría de moscovitas se expresó en contra de organizar grandes festejos.
Y aunque las autoridades iluminaron las calles de la capital, llenas de nieve, para intentar alegrar un poco el ambiente, los retratos de los militares en combate en Ucrania recuerdan que la realidad es otra.
En la emblemática Plaza Roja, se instalaron, como de costumbre, las casetas de Navidad alrededor de una pista de hielo. Pero el presidente ruso, Vladimir Putin, anuló su tradicional partido de hockey de fin de año.
El líder ruso tampoco dará su habitual rueda de prensa, pero sí su mensaje de Año Nuevo, que en principio se emitirá el 31 de diciembre a medianoche.
- "Nuevo capítulo" -
Mientras el conflicto en Ucrania no da visos de terminar, Irina Chapovalova, de 51 años y que trabaja en una guardería, solo espera que llegue la paz. "Mucha gente sufre", señala.
La manera en la que se festejaría la llegada del nuevo año dividió a las autoridades. Algunos responsables quisieron organizar celebraciones para mantener un ambiente de normalidad. Otros lo vieron como un lujo y como un gesto inadecuado en pleno conflicto.
Aunque el alcalde de Moscú, Serguéi Sobyanin, anuló las grandes concentraciones, llamó a los moscovitas a festejar el Año Nuevo y recordó que la ciudad había organizado celebraciones incluso durante la Segunda Guerra Mundial.
Vladimir Azarochkin, un estudiante de 22 años que llegó de Siberia, se paseaba con su novia por el parque Gorki, en el centro de la capital. Las luces le levantan el ánimo, contó.
"Espero que todos los momentos difíciles queden en el pasado y que un nuevo capítulo empiece para cada uno de nosotros", añadió.
Las decoraciones de este año incluyen los símbolos de la ofensiva en Ucrania, como la letra "Z", que se puede observar en paredes de edificios o colgando en las carreteras.
Las decoraciones políticas no son del gusto de todos. En San Petersburgo, en el noroeste, las autoridades tuvieron que retirar una instalación que glorificaba la conquista del puerto de Mariúpol después de que esta fuese vandalizada.
- Soldados en la tele -
Las cadenas de televisión no se quedaron atrás y se vieron también obligadas a adaptarse a la nueva situación. En general, suelen emitir espectáculos extravagantes para Nochevieja.
El grupo audiovisual público VGTRK prometió a los telespectadores que podrán disfrutar de "un ambiente de año nuevo, pese a los cambios en nuestro país y en el mundo".
Pero este año, el programa estrella de la Nochevieja, Goluboy Ogonek ("Luz azul"), indicó que invitaría "héroes de Rusia, de regreso del frente".
La emisión se difunde desde los años 1960, cuando Moscú aún formaba parte de la Unión Soviética.
Sin embargo, este año no participarán en el programa algunas de sus figuras más emblemáticas, como Maxim Galkin, un actor y presentador que dejó el país tras condenar la campaña en Ucrania. También se fue su esposa, la famosa cantante Alla Pugacheva, que denunció el conflicto.
Hace diez años, con motivo de la llegada del 2013, el canal estatal Pervy Kanal invitó a un joven actor ucraniano a copresentar su programa. Era un tal Volodimir Zelenski, ahora presidente de Ucrania. Otros tiempos.
F.Prabhu--BD