Gobierno de Haití condena una "masacre" de una "crueldad insoportable" en Puerto Príncipe
El gobierno de Haití condenó este lunes una masacre perpetrada entre el viernes y el sábado pasados en un barrio de Puerto Príncipe por una de las pandillas que devastan el pequeño país caribeño.
"Este acto de barbarie, de una crueldad insoportable, le costó la vida a más de un centenar de mujeres y de hombres, sobre todo a ancianos indefensos", aseguró el gobierno en un comunicado publicado en la red social X.
Según la oenegé haitiana Comité por la Paz y el Desarrollo (CPD), un poderoso líder pandillero, Micanord, mandó ejecutar esos asesinatos al estar convencido de que varios habitantes habían provocado la enfermedad de su hijo practicando ritos vudús.
"Sus esbirros persiguieron a los ancianos y adeptos del vudú en Wharf Jeremie (una zona del barrio de Cité Soleil) entre el viernes por la noche y el sábado, y los ejecutaron antes de quemar sus cadáveres", explicó el director del CPD, Fritznel Pierre, a la radio haitiana Magik 9.
Los pandilleros también mataron a chóferes de mototaxis que intentaban huir de la zona con habitantes.
Según Pierre, el balance de víctimas es incompleto porque los grupos criminales impiden el acceso a Cité Soleil, situado en el oeste de la capital haitiana.
Un vecino del barrio contó a la AFP que los pandilleros habían matado a su padre, de 76 años, el viernes por la noche.
"Los bandidos le prendieron fuego a su cadáver. La familia no puede ni siquiera darle sepultura porque no hemos podido recuperar su cuerpo", dijo este habitante, que no quiso dar su nombre para proteger a sus allegados que viven en Wharf Jeremie.
- 5.000 víctimas -
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, cifró este lunes en al menos 184 las víctimas de la masacre en Cité Soleil.
"Estos últimos fallecidos llevan el balance de muertos en Haití este año al número descomunal de 5.000 personas", añadió el funcionario durante una rueda de prensa en Ginebra.
Haití sufre desde hace décadas una inestabilidad política crónica y una crisis de seguridad vinculada a la presencia de pandillas acusadas de asesinatos, secuestros y violencia sexual contra la población.
La violencia de esas bandas se ha agravado desde febrero, cuando grupos armados lanzaron ataques coordinados en Puerto Príncipe para derrocar al entonces primer ministro Ariel Henry.
Los grupos criminales controlan ahora el 80% de Puerto Príncipe, y la policía y una misión internacional parecen incapaces de detener sus ataques.
Esa fuerza extranjera, respaldada por la ONU y financiada en gran parte por Washington, empezó a desplegarse este verano bajo el liderazgo de policías kenianos, pero sus éxitos han sido escasos hasta el momento.
Según el CPD, la mayoría de las personas asesinadas el viernes y el sábado tenían más de 60 años, pero entre las víctimas también había jóvenes que intentaron intervenir.
La incesante violencia ha desplazado a más de 700.000 personas, la mitad de ellas niños, en todo el país, según cifras de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) correspondientes a octubre.
De origen africano y pilar de la cultura del país, el vudú llegó a Haití con los esclavos africanos.
Prohibido durante la ocupación colonial francesa (independencia en 1804), el gobierno no lo reconoció como religión oficial hasta 2003.
V.Handa--BD