Kuwait celebra elecciones legislativas, las sextas en diez años
Los kuwaitíes acudirán el jueves a las urnas para elegir a sus diputados, las sextas elecciones en una década en este país del Golfo, sumido en una larga crisis política entre los poderes ejecutivo y legislativo.
A diferencia de otros Estados de la región, Kuwait tiene una vida política, con un parlamento --elegido por cuatro años-- con amplios poderes legislativos y debates a menudo intensos.
Kuwait, uno de los principales exportadores de crudo del mundo, está gobernado por la familia Al-Sabah, que conserva las llaves del poder aunque los parlamentarios tienen importantes prerrogativas.
Los partidos políticos no están prohibidos ni reconocidos, pero muchos grupos, incluidos los islamistas, actúan como formaciones políticas de facto.
Las elecciones del jueves estarán marcadas por la participación de figuras de la oposición que boicotearon las elecciones en la última década, denunciando la interferencia del ejecutivo en la legislatura.
En junio el príncipe heredero anunció la disolución del Parlamento en nombre de "la estabilidad del Estado" y prometió "no interferir en las decisiones del pueblo" y de los representantes elegidos.
En abril, el gobierno había dimitido cuatro meses después de su formación, cuando los diputados se disponían a interrogar al entonces primer ministro sobre prácticas consideradas "inconstitucionales".
Unos 305 candidatos compiten por uno de los 50 escaños del Parlamento, después de que ocho fueron invalidados el martes por los tribunales. Los resultados oficiales se esperan para el viernes.
Entre los candidatos, 22 mujeres aspiran a volver a la cámara tras perder a su única representante femenina en las últimas elecciones de diciembre de 2020.
En esos comicios, la oposición, formada principalmente por candidatos islamistas, obtuvo 24 de los 50 escaños, pero no logró repetir la hazaña de 2012, cuando obtuvo la mayoría, antes de que el Parlamento fuera disuelto por el Ejecutivo.
Las crisis políticas de Kuwait, donde viven casi 4,2 millones de personas, el 70% de ellas expatriadas, han socavado en gran medida las reformas para diversificar la economía del país, muy dependiente del petróleo.
H.Majumdar--BD