Ciberexperto de la NSA y médico militar, acusados de espionaje en EEUU
Un ciberespecialista que trabajaba en la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos y un médico del ejército y su esposa fueron acusados el jueves en casos separados de tratar de vender secretos estadounidenses a gobiernos extranjeros.
En uno de los casos, el experto en seguridad cibernética Jareh Sebastian Dalke, de 30 años, pasó menos de cuatro semanas trabajando en la NSA, la enorme y poderosa agencia de inteligencia del gobierno, antes de renunciar repentinamente, a fines de junio, por problemas familiares.
En las escasas semanas que estuvo en la NSA, imprimió documentos de alto secreto y, después de irse, los ofreció a la venta en comunicaciones cifradas en línea con alguien que, según pensó, era un agente de un gobierno extranjero.
Estaba tratando, en realidad, con un agente encubierto del FBI.
El gobierno extranjero no fue identificado por el Departamento de Justicia, pero una declaración jurada del FBI presentada ante el tribunal apuntaba a Rusia y decía que Dalke se comunicaba a través de un sitio web oscuro creado por la agencia de inteligencia internacional rusa, SVR, para atraer filtradores y traidores.
Dalke, quien según los cargos tenía profundos problemas financieros y había expresado su descontento con la sociedad estadounidense, recibió dos pagos iniciales en criptomonedas por valor de más de 4.900 dólares a cambio de evidencia de que tenía información ultrasecreta.
Dalke pidió 85.000 dólares por los documentos completos y dijo que tenía deudas por 237.000 dólares.
Tras haber recibido otros 11.422 dólares en criptomonedas, él y el agente encubierto organizaron una entrega electrónica de documentos en Denver, Colorado, el jueves.
Dalke fue arrestado en el lugar de entrega y ha sido acusado de tres violaciones a la Ley de Espionaje.
Si es declarado culpable, enfrenta una posible sentencia de muerte o cadena perpetua.
En un segundo caso anunciado el jueves, un médico del Ejército de Estados Unidos, el mayor Jamie Lee Henry, y su esposa, Anna Gabrielian, instructora de anestesiología de habla rusa en la Universidad Johns Hopkins, fueron acusados de ofrecer informaciones sobre el ejército y personal del gobierno estadounidenses a Rusia.
Al parecer, estaban motivados por la guerra en Ucrania.
Un agente encubierto del FBI contactó a Gabrielian en agosto después de que ella se acercara a la embajada rusa en Washington para ofrecerle ayuda a la pareja, según la acusación.
En una reunión realizada el 17 de agosto, Gabrielian dijo al agente que "estaba motivada por el patriotismo hacia Rusia", dice la acusación.
Mientras tanto, Henry dijo al agente que "estaba comprometido a ayudar a Rusia" y que quería unirse al ejército ruso en Ucrania, según afirmó.
"Estados Unidos está utilizando a los ucranianos como representantes de su propio odio hacia Rusia", declaró al agente, según la acusación.
Ambos fueron acusados de conspiración y múltiples cargos de divulgación ilegal de información médica privada. Los cargos de conspiración pueden acarrear hasta 20 años de prisión.
A.Zacharia--BD