Macron marca los tiempos para su reforma de las pensiones en Francia entre protestas
El gobierno del presidente francés, Emmanuel Macron, confirmó su deseo de poner en marcha en 2023 su polémica reforma de las pensiones, que prevé retrasar la edad de jubilación y contra la que ya protestaron este jueves miles de personas.
Retrasar la edad de jubilación de 62 a 65 años es una de las reformas emblemáticas que el liberal Macron quiere llevar a cabo en su segundo mandato, después que la pandemia le obligara a suspender un primer intento en 2020.
La primera ministra, Élisabeth Borne, aseguró a AFP que el gobierno abriría otro ciclo de diálogo con las fuerzas políticas y sociales de cara a adoptar "antes del invierno" la reforma, que espera ver en marcha a mediados de 2023.
El objetivo es "un retraso progresivo de la edad de jubilación de cuatro meses por año, que culmine en los 65 años en 2031", recordó Borne, quien encargó a su ministro de Trabajo, Olivier Dussopt, este diálogo con los actores sociales.
"No queremos negociar el retraso de la edad de jubilación", advirtió no obstante Philippe Martinez, dirigente de la CGT --uno de los principales sindicatos--, quien cuestionó la mano tendida del ejecutivo.
"Si es para decirnos esto es lo que queremos y ahora hagan lo que decimos, no seguiremos mucho tiempo alrededor de la mesa", agregó Martinez durante la marcha celebrada en París que movilizó a unas 40.000 personas, según los organizadores.
Los sindicatos, que celebrarán una reunión el 3 de octubre para ver cómo continuar su movilización, ya paralizaron los transportes de Francia en 2020 con sus llamados a la huelga. La oposición de izquierdas también se opone a esta reforma.
"Nos corresponde mostrar nuestra determinación, demostrar que las protestas callejeras aún tienen algún poder", dijo a AFP Xavier Signac, un miembro del sindicato UNSA de 48 años, durante la marcha en la capital.
Los participantes en las 200 manifestaciones también reclamaron un alza salarial, en un contexto de inflación (+5,9% en agosto) por el aumento de los precios de la energía y de la alimentación a raíz de la invasión rusa de Ucrania.
- "¡Atrévase!" -
Francia se encamina a un otoño e invierno calientes. La oposición de izquierda reiteró su voluntad de impedir esta reforma, que, en palabras del diputado Alexis Corbière, supone un atraso en los derechos sociales de millones de trabajadores.
El ministro de Trabajo advirtió que Macron está dispuesto incluso a disolver la Asamblea (cámara baja), donde no dispone desde junio de mayoría absoluta, si se aprueba una moción de censura para frenar la reforma.
"Si toda la oposición se une para adoptar una moción de censura y hacer caer el gobierno, [Macron] dejará en manos de los franceses y las francesas decidir qué nueva mayoría quieren", afirmó Dussopt en la cadena LCI.
El margen de maniobra del presidente liberal es delicado. Ya tuvo que descartar una adopción de esta reforma como una enmienda al proyecto de presupuesto de la Seguridad Social, para calmar los ánimos de sus aliados de centro Modem.
Para Dominique Reynié, profesor en la universidad Sciences Po en París, la amenaza de disolución es una especie de mensaje de Macron a todos los diputados: "Yo solo tengo una mayoría relativa. Piensan que soy débil, pero ustedes lo son más".
"¡Atrévase!", tuiteó la ultraderechista Marine Le Pen, quien, tras perder en balotaje frente a Macron con un 41,45% de votos en abril, logró 89 diputados en las legislativas de junio, por detrás de las alianzas centrista y de izquierda.
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V.Ishfan--BD