Las cinco regiones de Ucrania anexadas por Rusia desde 2014
Rusia se anexó la totalidad o parte de cinco regiones de Ucrania, tras referendos denunciados por la comunidad internacional, desde la región del Donbás (noreste) a la península de Crimea (sur).
Aquí algunos datos clave sobre estas zonas ocupadas, que representan el 19,4% del territorio ucraniano, incluido el 11,9% conquistado desde la ofensiva rusa lanzada el 24 de febrero, según estimaciones del centro estadounidense Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, por sus siglas en inglés).
- Lugansk y Donetsk -
Estas dos regiones mayoritariamente rusófonas conforman el Donbás, la cuenca industrial de Ucrania.
Entre 2014 y 2022, un conflicto en esa región enfrentó a separatistas leales a Moscú contra las fuerzas ucranianas.
Pero en febrero de 2022, el presidente ruso, Vladimir Putin, reconoció la independencia de los separatistas y justificó la invasión a Ucrania por la necesidad de salvar a las poblaciones rusohablantes de un supuesto genocidio.
La región de Lugansk tenía antes de la guerra 2,1 millones de habitantes. Limita con Rusia por tres lados y, según el ISW, más del 99% de su territorio está bajo control de Moscú desde la ofensiva.
De las cuatro regiones donde se organizaron referendos en los últimos días, Lugansk es la que Rusia controla más, pero a costa de grandes pérdidas militares.
Desde la contraofensiva ucraniana de inicios de septiembre que liberó gran parte de la región vecina de Járkov, las fuerzas ucranianas han ganado algo de terreno en Lugansk.
La región vecina de Donetsk tenía 4,1 millones de habitantes antes de la guerra y su capital del mismo nombre es la tercera mayor ciudad del país.
Antes de la invasión rusa, cerca de la mitad de la región estaba bajo control separatista. Actualmente, cerca de 58% de su territorio está en manos de Moscú y sus aliados, incluyendo la ciudad portuaria de Mariúpol, destruida por el asedio y los bombardeos rusos.
- Zaporiyia -
Esta región que limita con el mar Negro alberga la mayor central nuclear del país, sobre el río Dnipró, y antes de la guerra tenía 1,63 millones de habitantes.
Según el ISW, 72% de su superficie está ocupada por Moscú y su administración militar.
Su mayor ciudad, también llamada Zaporiyia, está en manos ucranianas, pero su puerto principal de Berdiansk está bajo control ruso.
La gigantesca central nuclear de la zona fue tomada por el ejército ruso en marzo. Desde entonces, los dos bandos se acusan mutuamente de bombardear la zona, con riesgo de un accidente nuclear. Se han hecho llamados constantes a la desmilitarización, hasta ahora sin éxito.
- Jersón -
Cerca de 83% de esta región, la más occidental bajo control de Moscú, y su capital del mismo nombre, fueron tomadas por Rusia en los primeros días de la guerra.
La región de gran importancia agrícola es estratégica para Moscú porque es fronteriza con la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014.
Su toma, junto a la de las costas de Zaporiyia y Donetsk, permite a Rusia una continuidad territorial en todas las regiones ucranianas bajo su control, incluida Crimea, así como con el territorio ruso.
Ucrania lanzó allí una contraofensiva y cosechó algunos éxitos en los últimos meses. En particular dañó los puentes sobre el río Dnipró en los alrededores de la ciudad de Jersón para cortar las líneas de suministro rusos.
Además, allí aumentaron los ataques contra funcionarios rusos y prorrusos, de los cuales varios murieron.
- Crimea -
Anexada por Rusia en 2014, esta península turística y vinícola envenenó las relaciones entre Kiev y Moscú tras la caída de la Unión Soviética en 1991.
Poblada mayoritariamente por rusoparlantes, Crimea fue "regalada" a la Ucrania soviética en 1954 por Nikita Jruschov, entonces líder de la URSS, de origen ucraniano.
Cuando la URSS colapsó en 1991, Crimea se convirtió en parte de la Ucrania independiente.
El 16 de marzo de 2014, en un supuesto referéndum denunciado por la comunidad internacional, el 97% de los habitantes votó "a favor" de la anexión a Rusia, según Moscú.
La anexión fue ratificada dos días después por un tratado rubricado por Putin. De los dos millones de habitantes de Crimea, el 59% son rusos, el 24% ucranianos y el 12% tártaros, comunidad de tradición musulmana asentada desde el siglo XIII.
Tomando Crimea, Rusia recuperó el gran puerto de Sebastopol, donde instaló su flota militar desde el siglo XVIII, y que le ofrece una puerta de salida hacia el mar Negro y por ello, hacia el Mediterráneo, y el Próximo Oriente.
Desde mayo de 2018, la península está unida a la Rusia continental por un puente de 19 km de longitud.
Crimea, utilizada como base logística de retaguardia por Rusia y alejada de los combates, se vio afectada desde agosto por varias explosiones. Ucrania reconoció posteriormente haber realizado esos ataques.
P.Raval--BD