Resilientes, 'lulistas' confían en victoria en balotaje
Aunque la corta ventaja del triunfo sobre Jair Bolsonaro los sorprendió, los seguidores del exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva se permitieron celebrar este domingo en Sao Paulo, esperanzados en vencer el balotaje de las presidenciales de Brasil.
Unas mil personas se reunieron en la icónica Avenida Paulista, epicentro de las manifestaciones en la mayor metrópoli latinoamericana, esperando festejar la victoria de Lula, de 76 años, en primera vuelta.
Allí los citó el exobrero el sábado, cuando las encuestas lo daban como claro ganador, incluso con chances de ahorrarse la segunda ronda. Pero contra todo pronóstico, el presidente de extrema derecha obtuvo el 43% de los votos, cinco puntos porcentuales menos que el otrora líder sindical.
- "No sé qué pasa en Brasil" -
"La votación de Bolsonaro sorprendió. Para ellos fue bueno, para nosotros, lo peor. No sé qué está pasando en Brasil, el 50% de nuestra población está enferma. Solamente Lula tiene la condición de curar, de vacunar a nuestro pueblo", dijo a la AFP José Antonio Benedetto, un funcionario de 63 años.
Vestido con una camiseta roja del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula, Benedetto esbozaba una sonrisa, originada en la convicción de que los votantes de los candidatos que intentaron romper la polarización de izquierda-derecha, Simone Tebet (4%) y Ciro Gomes (3%), se decantarán por el exmandatario.
"Esperaba que Lula ganara por una diferencia mayor en la primera vuelta, pero creo que la diferencia es suficiente (para vencer en el balotaje) porque aún hay muchas personas que no votaron por él", coincidió la cineasta Clarice Navas, de 36 años, quien asistió junto a su esposo e hijo de dos años, a quien transportaba en un pequeño coche negro.
- "Bolsonaro no es bienvenido" -
Aunque se mostraban esperanzados en llevar a Lula por tercera vez al poder, tras sus populares gobiernos de 2003 a 2010, el resultado inesperado ensombreció el ambiente: los asistentes conversaban en voz baja, tomaban cerveza y comían en puestos callejeros, lejos del jolgorio que se preveía la víspera.
En una esquina de la Paulista, custodiada por varias patrullas policiales, agentes a caballo y antimotines, una mujer lanzaba plegarias para alejar a "Satanás": "Fiu, fiu, Bolsonaro no es bienvenido aquí".
Los ánimos cambiaron cuando la organización de la convocatoria puso música en los altoparlantes, y entonces las banderas, la mayoría rojas, empezaron a ondearse en la fría noche paulista, hubo quien se entusiasmó a bailar y se escucharon cánticos de "Trece, trece, trece", el código de Lula en la urna electrónica.
- A la cama como "vencedores" -
Aun así, el hombre a cargo de lanzar consignas desde un camión pedía que nadie se sintiera "abatido" y que se acostaran como vencedores.
En medio de la velada, Lula llegó para agradecer a sus seguidores el apoyo: "Nunca gané unas elecciones en la primera vuelta, parece que el destino me quiere hacer trabajar un poco más", dijo el líder izquierdista, despertando aplausos y júbilo entre sus partidarios.
"Tenemos que ser optimistas, y mucho. Pensé que íbamos a ganar en la primera vuelta, pero vamos que vamos", afirmó Lucía Carvalho, una sonriente empleada doméstica de 39 años.
"Lo que espantó fue la diferencia de las encuestas en relación con Bolsonaro, cómo él logró reducir el margen", explicó. "Quedamos optimistas, resilientes, para vencer en la segunda vuelta, pero es una batalla que va a ser desafiante y bastante agotadora, porque ya fue agotadora. Ese es mi sentimiento".
P.Raval--BD