Equipos ucranianos de artillería aseguran retirada de fuerzas rusas en región de Járkov
Mientras las fuerzas rusas se reagrupan tras ser repelidas de sus posiciones en el noreste, equipos ucranianos de artillería están decididos a no permitir que construyan un nuevo frente defensivo.
En los seis meses desde que Rusia ocupó gran parte del este de Ucrania, la guerra ha estado dominada por un duelo de artillería en la que los defensores ucranianos se vieron a menudo superados.
Pero el mes pasado en la región nororiental de Járkov, Ucrania dio un vuelco a la batalla con una serie de ofensivas dirigidas por tanques e infantería, en las que las fuerzas de Kiev flanquearon y aislaron los bastiones rusos antes de obligarlos a retirarse.
La artillería sigue desempeñando un papel crucial, con artilleros de unidades como la 14ª Brigada Mecanizada que salen de su cobertura a lanzar salvas de proyectiles y cohetes para hostigar a las unidades rusas detrás de la línea del frente.
El entorno del presidente ruso, Vladimir Putin, culpa a Occidente de sus últimas derrotas, argumentando que el ejército ruso enfrenta a un ejército mercenario con un enorme arsenal de armamento de la OTAN.
Pero este martes, la unidad ucraniana de artillería que opera en el este de Járkov portaba un arma que ha estado en uso en los ejércitos soviéticos y postsoviéticos desde 1963, un lanzador de cohetes múltiples BM-21 Grad montado en un camión Ural.
- Ruido ensordecedor -
Para "Dmytro", de 22 años y comandante de la pequeña unidad, el vetusto mecanismo de seis décadas le es muy útil para apuntar a las primeras líneas rusas, al otro lado del frente.
"En general este sistema Grad es suficientemente bueno para la misión y me gusta trabajar con él", dijo a AFP.
Lo operan en un equipo de seis personas. El líder de la unidad recibe por radio las coordenadas del blanco y un conductor lleva al camión con sus 40 tubos de misiles desde su escondite a un campo expuesto.
El responsable de grupo, equipado con una tableta de pantalla táctil que tiene la información de mapeo, calcula la trayectoria del ataque y llama a la tripulación, que carga al aparato para ponerlo en posición de lanzamiento.
Ruge una primera tanda de cohetes de 122 mm entre una serie de estallidos ensordecedores. Luego hay una breve pausa mientras el equipo ajusta la elevación del lanzador más alto y después se aleja para soltar la segunda tanda.
Tras la segunda ruidosa descarga, 15 de los 40 tubos de misiles del lanzador están vacíos.
Desde el campo, los artilleros no pueden ver el objetivo, pero Dmytro está seguro de que han acertado a los soldados rusos.
"Ellos tenían una misión y si logramos alcanzarlo, y estoy seguro de que lo hicimos, entonces no podrán cumplir su misión", sostuvo.
T.Deshpande--BD