España "respeta" el paquete energético alemán, que ha sido criticado en Europa
El presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, dijo este miércoles que su país "respeta" la decisión de Alemania de implementar un plan por 200.000 millones de euros para proteger su economía frente a la crisis energética, una medida criticada por voces europeas.
"Respetamos la decisión del gobierno alemán", afirmó el socialista Sánchez en rueda de prensa, tras reunirse con el canciller alemán, Olaf Scholz, en La Coruña (noroeste de España).
Sánchez estimó que hay que ser "empáticos con la situación que atraviesa Alemania como consecuencia del mayor impacto que tiene esta guerra (en Ucrania) sobre la economía, la industria y los hogares alemanes".
Francia y algunos responsables de la Unión Europea han mostrado su preocupación por el paquete energético dotado con unos 200.000 millones de euros (197.900 millones de dólares) decidido por Alemania sin ponerse de acuerdo con otros países europeos.
Los responsables de la UE piden soluciones conjuntas para la crisis energética agravada por la guerra en Ucrania, en el marco de la cual Moscú redujo drásticamente su suministro de gas natural.
Alemania es el país más afectado directamente por la ausencia de gas barato para mantener su industria.
La alemana "es la principal economía europea y, por tanto, a todos nos interesa que a Alemania le vaya bien en términos económicos", señaló Sánchez.
Scholz, que ya ha defendido su paquete energético, dijo que otros países europeos, como Francia o España, también han anunciado planes con los mismos objetivos.
Tomando en cuenta "el tamaño de la economía alemana", el paquete de Berlín va en línea con "las decisiones que se han tomado en otros países", subrayó Scholz.
Por otro lado, el canciller alemán reiteró su apoyo "de manera explícita" al MidCat, un proyecto de gasoducto entre Cataluña (noreste de España) y el sureste de Francia, que Madrid impulsa pero al que París se opone.
Las obras del gasoducto fueron interrumpidas en 2019 debido a su impacto ambiental y a un interés económico juzgado entonces como muy limitado, pero España ha retomado el proyecto en medio de la crisis energética.
Defendido por Berlín, que lo ve como un modo de reducir la dependencia de la Unión Europea del gas ruso, el gasoducto le permitiría a España, que dispone del 30% de la capacidad europea de regasificar gas natural licuado (GNL), exportar al resto de Europa el gas que le llega por barco de Estados Unidos y Catar o por gasoducto submarino desde Argelia, según Madrid.
X.Badami--BD