Lanzada en Praga, la Comunidad Política Europea cierra filas ante Rusia
Un total de 44 dirigentes de Europa lanzaron este jueves en Praga la Comunidad Política Europea (CPE), una iniciativa para reunir a los líderes de todo el continente para, a pesar de sus diferencias, presentar un frente unido ante Rusia.
Se trata de "una vieja idea que puede estar en camino a convertirse en realidad", dijo el cierre de la primera reunión de la CEP el presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien lanzó la iniciativa en mayo de este año.
La CEP nucleó en el Castillo de Praga a los 27 países de la Unión Europea y los líderes de 17 otros países invitados, incluyendo al Reino Unido, Ucrania y Turquía, además de los máximos responsables de las instituciones de la UE.
Al fin de una jornada de diálogos y muchos encuentros bilaterales, los líderes acordaron realizar una segunda reunión en Moldavia, a inicios de 2023, seguida por una reunión en España, en el segundo semestre, y luego el Reino Unido.
De todos los líderes europeos, apenas la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, faltó con aviso, a raíz de la crisis política en su país.
En el cierre, Macron aplaudió la "unidad de 44 países europeos", que "claramente han puesto de manifiesto su condena a la agresión rusa" a Ucrania.
Esa unidad continental quedó plasmada en una histórica fotografía de los líderes de todo el continente en uno de los espectaculares salones del Castillo de Praga.
En la jornada, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, se conectó por videoconferencia y su discurso pidió a los dirigentes europeos empeño par "sancionar al agresor", Rusia, y evitar que sus fuerzas lleguen "a Varsovia o Praga".
El Consejo Europeo había presentado a la CPE como una "plataforma de coordinación política" donde abordar temas de interés común.
Este encuentro de la CPE tuvo lugar en vísperas de una cumbre de líderes de la UE en la capital checa.
En Praga, los líderes compartieron un almuerzo y posteriormente se dividieron en mesas temáticas, con tiempo para reuniones por separado y encuentros bilaterales, antes de una cena de cierre.
- Agenda delicada -
Por sus contradicciones internas, la reunión se había convertido en un dolor de cabeza para los diplomáticos.
Una de esas dificultades era la presencia del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, un aliado fundamental de los europeos en la organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), pero que mantiene agrias relaciones con Grecia y Chipre.
Además, Turquía no esconde su intención de obstaculizar el ingreso de Suecia y Finlandia a la OTAN si no cumplen una serie de condiciones.
Otro foco de asperezas estaba en la invitación a Armenia y Azerbaiyán, dos países que tratan de negociar un acuerdo de paz después de enfrentamientos armados fronterizos que dejaron al menos 286 muertos el mes pasado, y acusaciones de ejecuciones sumarias de prisioneros.
En esta primera reunión de la CEP, Erdogan mantuvo un encuentro con el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, y el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan.
En separado, Macron mantuvo un encuentro bilateral con la primera ministra del Reino Unido, Liz Truss, quien luego de esa reunión afirmó en Twitter que el mandatario francés era un "amigo".
Para Macron, la participación del Reino Unido en la CEP "tiene sentido", ya que "compartimos un continente".
La lista de invitados incluyó también a países que presionan para unirse al bloque, como Moldavia, Georgia y las naciones de los Balcanes Occidentales (Serbia, Kosovo, Macedonia del Norte, Albania, Bosnia y Montenegro).
Todos los líderes europeos, sin embargo, insistieron en que la CEP es apenas un "complemento" y no una "alternativa" a la UE ni que substituye al demorado proceso de adhesión al bloque.
R.Prakash--BD