Gobierno francés amenaza con "intervenir" para desbloquear huelga en refinerías
El gobierno del liberal Emmanuel Macron amenazó este martes con "intervenir" para levantar la huelga que se lleva a cabo en refinerías y gasolineras en reclamo de un alza salarial, y que ha provocado un desabastecimiento de combustible en Francia.
"El gobierno pide que se levanten todos los bloqueos sin demora. De lo contrario, asumiremos nuestras responsabilidades, es decir, puede que tengamos que levantarlos", aseguró el portavoz del gobierno, Olivier Véran, en la radio RTL.
El lunes por la noche, la primera ministra, Élisabeth Borne, convocó una reunión de urgencia con los ministros del Interior, Gérald Darmanin, de Transición Ecológica, Agnès Pannier-Runacher y de Transporte, Clément Beaune, así como Véran.
Si la situación no mejora "muy rápido", el gobierno podría "desbloquear, reabrir el acceso a los centros de depósitos y refinerías, así como reclutar el personal adecuado para permitir que la situación se normalice", agregó el vocero.
Pese a la presión de las autoridades, varios sindicatos recondujeron este martes las huelgas en sitios de TotalEnergies, entre ellos su principal refinería en Le Havre (norte), y en dos refinerías de su rival Esso-ExxonMobil.
La acción provocó que casi un 29,7% de gasolineras de Francia carezcan de al menos un tipo de combustible, según datos oficiales, pese a los esfuerzos del gobierno para paliarlos, como el uso de reservas estratégicas.
El sindicato CGT, que llamó a la huelga en TotalEnergies, reclama un aumento salarial del 10% en 2022 --7% por la inflación y 3% por el reparto de la riqueza--, pero la dirección está abierta a negociar solo el salario de 2023.
Los huelguistas consiguieron que la empresa aceptara adelantar un mes la negociación salarial prevista en noviembre, pero esta lo condiciona al fin del paro, algo que consideran un "chantaje".
En Esso-ExxonMobil, CGT y FO recondujeron la huelga, al considerar insuficiente un acuerdo alcanzado la víspera entre la dirección y otros sindicatos para un alza del 6,5% del salario en 2023, acompañado de varias primas.
Aunque en los últimos días el gobierno se limitó a llamar al diálogo, sus amenazas de intervenir llegan ahora en un momento en que se encuentra bajo presión, sobre todo por parte de la oposición.
La extrema derecha y la derecha cargan contra la "falta de anticipación" del gobierno y llaman a que actúe, mientras que, en un contexto de inflación, la izquierda critica las "amenazas a los trabajadores" y "las caricias a los jefes".
L.Panchal--BD