La primera ministra británica insta a centrarse en las "prioridades" tras un "día difícil" para su gobierno
La primera ministra británica, Liz Truss, reconoció que su gobierno tuvo un "día difícil", pero instó a centrarse en las prioridades, dijo este jueves su portavoz.
"La primera ministra reconoce que ayer fue un día difícil", dijo su portavoz después de que la jefa del ejecutivo se enfrentara a las burlas de la oposición, a la rebelión entre sus filas y a la renuncia de su titular de Interior.
Truss quiere que el gobierno se centre "menos en la política" y más en "cumplir con las prioridades", agregó.
Rechazada por la opinión pública y cuestionada dentro de su propio partido, la dirigente conservadora, de 47 años, se encuentra en la cuerda floja apenas seis semanas después de haber asumido el cargo.
Su popularidad cayó en picado en parte por el abandono de su paquete de medidas económicas, que incluía recortes de impuestos masivos y un colosal apoyo a las facturas energéticas, dos cuestiones que hicieron temer un descalabro en las cuentas públicas.
Además, desde el miércoles, más de una decena de diputados conservadores han pedido que renuncie y esta mañana, las portadas de la prensa británica apuntaron al "caos" vivido en las últimas horas.
Truss sufrió un nuevo revés con la dimisión de su ministra de Interior, Suella Bravermam tras una agitada sesión de control en el Parlamento.
La responsable de Interior alegó como motivo para su dimisión haber usado su cuenta de correo personal para enviar un documento oficial a un colega, pero los medios británicos apuntan sobre todo a las diferencias entre ambas mujeres respecto a la política migratoria.
La renuncia de Braverman se suma a la destitución el 14 de octubre del entonces ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng.
H.Oommen--BD