Autoridades prorrusas urgen a civiles a evacuar ciudad ucraniana de Jersón
Las autoridades instaladas por Rusia en regiones del sur de Ucrania llamaron este sábado a los civiles a partir "de inmediato" de la ciudad de Jersón ante el avance de la contraofensiva ucraniana.
"Todos los habitantes civiles de Jersón deben abandonar de inmediato la ciudad", indicó en Telegram la administración de la región de Jersón, ocupada por Rusia desde marzo y anexada en septiembre por Moscú.
El llamamiento alega que una "situación tensa en el frente" y "un peligro creciente de bombardeos masivos".
A finales de septiembre, el ejército ucraniano lanzó una contraofensiva que le permitió recuperar territorio en el este y el sur.
El avance ucraniano cobró recientemente un nuevo impulso en el flanco meridional de Jersón, la primera gran ciudad en caer en manos rusas después del inicio de la invasión de Ucrania a fines de febrero. Recuperarla sería un éxito importante para las tropas ucranianas.
El viernes, las autoridades ucranianas reivindicaron la reconquista de 88 localidades de la zona.
En los últimos días, Rusia ha empezado a evacuar a los habitantes de esta región con el objetivo de convertir la ciudad en "una fortaleza". Para Kiev, estas evacuaciones son en realidad una "deportación masiva".
El jefe adjunto de la ocupación rusa en Jersón, Kiril Stremusov, dijo el sábado a la agencia de noticias rusas Interfaz que cerca de 25.000 personas habían cruzado a la margen izquierda del río Dniéper.
Rusia replicó a la contraofensiva bombardeando las infraestructuras energéticas de Ucrania.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, afirmó el sábado que Rusia llevó a cabo un nuevo "ataque masivo" y que desde el inicio de esa campaña más de un millón de hogares se quedaron sin luz en el centro y el sur del país.
Zelenski precisó en esta última andanada Rusia lanzó 36 misiles, "la mayoría de los cuales fueron derribados".
"Son ataques viles contra objetos críticos. Tácticas típicas de los terroristas", manifestó el mandatario en las redes sociales.
Las autoridades adoptaron esta semana medidas para reducir el consumo de electricidad
- "Tememos por nuestras vidas" -
En una estación de tren de Dzhankói, en el norte de la península de Crimea (anexionada por Moscú en 2014), habitantes de Jersón subieron el viernes a un tren con destino al sur de Rusia, comprobó un periodista de la AFP.
"Nos vamos de Jersón porque han empezado bombardeos intensos, tememos por nuestras vidas", dijo Valentina Yelkina, una jubilada que viajaba con su hija.
Yelena Bekesheva, otra residente de 70 años, dijo que se dirigía a Moscú. "No tomamos la decisión inmediatamente [de irnos], pero luego fuimos invitados por nuestros amigos y familiares", dijo a la AFP.
El viernes, Stremusov acusó a las fuerzas ucranianas de matar a cuatro civiles al atacar un puente sobre el río Dniéper por el cual los habitantes salen de la ciudad.
Los investigadores rusos informaron de que dos de los fallecidos eran periodistas y que otras 13 personas habían resultado heridas. El ejército ucraniano negó apuntar a los civiles.
Más al norte, en la región rusa de Belgorod, fronteriza con Ucrania, dos personas murieron en bombardeos ucranianos, denunció el gobernador Viacheslav Gladkov en Telegram.
Los bombardeos apuntaron contra "infraestructuras civiles" de la ciudad de Shebekino, precisó. Unas 15.000 personas quedaron sin electricidad, agregó.
Rusia denunció a mediados de octubre un "aumento considerable" de los disparos ucranianos contra varias regiones rusas fronterizas, entre ellas la de Belgorod, así como las de Kursk y Briansk.
- "Andanada de misiles" -
En Ucrania, "el sábado comenzó con una andanada de misiles rusos dirigidos a infraestructuras civiles críticas", denunció el ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba.
Kuleba instó a los aliados de Kiev a acelerar la entrega de sistemas de defensa aérea.
"La escala del daño es comparable o quizás excede las consecuencias de los ataques del 10 al 12 de octubre", afirmó.
En esas fechas, Moscú lanzó una serie de misiles contra Ucrania, en una aparente represalia a la explosión que dañó parte del puente que conecta la anexada península de Crimea con Rusia.
H.Majumdar--BD