Irlanda del Norte intenta vencer el bloqueo político para evitar elecciones
El parlamento regional de Irlanda del Norte se reúne el jueves en un intento de última hora por solventar el bloqueo político provocado por el estatus posbrexit de esta nación británica, pero con pocas probabilidades de éxito y muchas de nuevas elecciones.
El acuerdo de paz del Viernes Santo, que en 1998 puso fin a tres décadas de sangriento conflicto entre unionistas protestantes y republicanos católicos --con unos 3.500 muertos--, impuso que ambos campos compartan el poder en las instituciones autónomas regionales.
El republicano Sinn Féin --exbrazo político del desaparecido grupo armado IRA-- ganó las legislativas regionales de mayo, hecho sin precedentes en esta nación donde los católicos superan por primera vez a los protestantes.
Pero no se pudo formar gobierno porque los unionistas del DUP --partido ultraconservador apegado a la pertenencia a la corona británica-- se niega a participar en el parlamento regional en protesta por los acuerdos posbrexit aplicados en Irlanda del Norte.
Los partidos norirlandeses tienen hasta la medianoche del jueves para encontrar una solución, y con ese objetivo se reúne la asamblea regional.
Si no lo logran, el gobierno central de Londres tendrá que convocar nuevas legislativas regionales. Y, dado el bloqueo que persistía el jueves, parece lo más probable.
"El tiempo se agota", advirtió el ministro británico para Irlanda del Norte, Chris Heaton-Harris, que el miércoles viajó a Belfast para intentar, en vano, convencer a las partes de que lleguen a un acuerdo.
- Protocolo posbrexit -
La cuestión del protocolo posbrexit está "lejos de estar resuelta", afirmó el líder del DUP, Jeffrey Donaldson.
Los unionistas piden la derogación de este acuerdo negociado entre Londres y Bruselas en el marco del Brexit, que mantiene de hecho a Irlanda del Norte dentro de la unión aduanera europea y su mercado único.
Su objetivo, uno de los mayores escollos en la larga y difícil negociación de la salida británica de la Unión Europea (UE) --efectiva desde 2021--, era evitar el retorno de una frontera física con la vecina República de Irlanda, país miembro de la UE.
Dicha frontera hubiese sido inaceptable para los católicos republicanos, que militan por una reunificación de la isla, y se temía que fuera blanco de atentados y ataques.
Sin embargo, buscando proteger el mercado único las nuevas disposiciones establecen controles aduaneros para los productos que llegan a Irlanda del Norte procedentes del resto del Reino Unido.
Esto, además de provocar problemas de aprovisionamiento en los comercios norirlandeses constituye, según los unionistas, una amenaza para la pertenencia de la región en el país.
Con una creciente población católica y la pragmática ventaja comercial de pertenecer a la UE, los habitantes de Irlanda del Norte son cada vez más favorables a la convocatoria de un referéndum sobre el futuro de la nación, posibilidad recogida por el Acuerdo de Paz.
- "Solución negociada" con la UE -
"Volveremos a invitar a nuestros colegas unionistas a participar en el ejecutivo" en la asamblea el jueves, dijo la presidenta del Sinn Féin, Mary-Lou McDonald, lamentando "la negativa de los unionistas a aceptar el cambio en Irlanda y a aceptar el resultado democrático de unas elecciones".
Este bloqueo político preocupa tanto en Londres como en Dublín y fue objeto de una llamada telefónica el miércoles entre el nuevo primer ministro británico, Rishi Sunak, y su homólogo irlandés, Micheál Martin.
Ambos subrayaron "la urgente necesidad de un ejecutivo que funcione en Irlanda del Norte", según un comunicado de Downing Street.
Y Sunak afirmó que "prefiere un resultado negociado" en referencia a las modificaciones que exige el DUP.
Para levantar el bloqueo, el gobierno británico quiere renegociar completamente el protocolo con Bruselas, pero esta sólo acepta hacer "ajustes".
El anterior ejecutivo había amenazado con salirse unilateralmente del acuerdo, provocando la ira de la UE.
Sunak también dijo el miércoles a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que prefiere una "solución negociada".
Mientras tanto, el DUP se atrinchera en su postura y se declara listo para una nueva contienda electoral, seis meses después de la última.
K.Williams--BD