Irlanda del Norte se encamina a nuevas elecciones ante persistente bloqueo político
Irlanda del Norte celebrará próximamente elecciones anticipadas tras el fracaso el jueves de un intento de última hora para tratar de superar meses de bloqueo político a raíz de las disposiciones especiales aplicadas a esta nación británica tras el Brexit.
Los diputados del parlamento regional disponían de plazo hasta la medianoche del jueves para encontrar una solución, pero no llegaron a un acuerdo, haciendo inevitables unos comicios que, según los medios británicos, pueden celebrarse a mediados de diciembre.
El parlamento se reunió en Belfast, pero el acuerdo fue rechazado por el líder del partido unionista DUP, Jeffrey Donaldson, anunciando que su formación no votaría para designar a un presidente de la cámara dado que no ha habido cambios desde febrero, cuando hicieron caer al anterior gobierno regional.
"Hay que eliminar las piedras del protocolo, que ha socavado nuestra economía e inhibido nuestra capacidad de comerciar dentro de nuestro propio país", afirmó, en referencia al "protocolo posbrexit", antes de la fallida votación.
El acuerdo de paz del Viernes Santo, que en 1998 puso fin a tres décadas de sangriento conflicto entre unionistas protestantes y republicanos católicos --con unos 3.500 muertos--, establece que ambos campos compartan el poder en las instituciones regionales.
El republicano Sinn Féin ganó las legislativas regionales de mayo, hecho sin precedentes en esta nación de 1,9 millones de habitantes, donde los católicos superan por primera vez a los protestantes.
Pero no se pudo formar gobierno porque el DUP -partido ultraconservador apegado a la corona británica- se niega a participar en el parlamento en protesta por las disposiciones negociadas para Irlanda del Norte en el marco del Brexit.
- Protocolo posbrexit -
Los unionistas piden la derogación, o profunda modificación, del protocolo norirlandés negociado entre Londres y Bruselas en el marco del Brexit, que mantiene de hecho a esta región dentro de la unión aduanera europea y su mercado único.
Su objetivo, uno de los mayores escollos en la larga y difícil negociación de la salida británica de la Unión Europea (UE) --efectiva desde 2021--, era evitar el retorno de una frontera física con la vecina República de Irlanda, país miembro de la UE.
Dicha frontera hubiese sido inaceptable para los católicos republicanos, que militan por una reunificación de la isla, y se temía que fuera blanco de atentados y ataques.
Sin embargo, buscando proteger el mercado único, las nuevas disposiciones establecen controles aduaneros para los productos que llegan a Irlanda del Norte procedentes del resto del Reino Unido.
Esto, además de provocar problemas de aprovisionamiento, constituye para los unionistas una amenaza a la pertenencia de la región en el país.
Con una creciente población católica y la pragmática ventaja comercial de pertenecer a la UE, los habitantes de Irlanda del Norte son cada vez más favorables a la convocatoria de un referéndum sobre el futuro de la nación, posibilidad recogida por el Acuerdo de Paz.
- "Solución negociada" con la UE -
"Podríamos nombrar un presidente (de la cámara), un primer ministro, un vice primer ministro y un nuevo ejecutivo que pudiera actuar inmediatamente para poner dinero en los bolsillos de la gente" en un momento de creciente crisis por el coste de la vida, lanzó en el parlamento la dirigente norirlandesa del Sinn Féin, Michelle O'Neill.
"Pero el DUP sigue negando el resultado de las elecciones de mayo", fustigó antes de levantarse la sesión.
Este bloqueo político preocupa a Londres y Dublín y fue objeto de una llamada telefónica el miércoles entre el nuevo primer ministro británico, Rishi Sunak, y su homólogo irlandés, Micheál Martin.
Ambos subrayaron "la urgente necesidad de un ejecutivo que funcione en Irlanda del Norte", según un comunicado de Downing Street.
Para contentar al DUP, el gobierno británico quiere renegociar completamente el protocolo con Bruselas, que sólo acepta hacer "ajustes".
El anterior ejecutivo había amenazado con salirse unilateralmente del acuerdo, provocando la ira de la UE.
Sunak aseguró el miércoles a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que prefiere una "solución negociada".
F.Prabhu--BD