Gobierno etíope y rebeldes del Tigré acuerdan un "cese de hostilidades"
El gobierno etíope y los rebeldes del Tigré alcanzaron un acuerdo de "cese de hostilidades" en el conflicto que desde hace dos años azota esa región del norte de Etiopía, anunció el miércoles la Unión Africana (UA).
Las delegaciones del gobierno federal etíope y de los rebeldes se reunieron bajo el paraguas de la UA desde el 25 de octubre en Pretoria. Este encuentro es el primer diálogo que se hizo público entre las dos partes.
"Las dos partes del conflicto etíope aceptaron formalmente un cese de las hostilidades, así como un desarme sistemático, ordenado, sereno y coordinado", declaró en una conferencia en Pretoria Olesegun Obasanjo, alto representante de la UA para la zona del Cuerno de África.
Este acuerdo marca "el comienzo de una nueva era para Etiopía", añadió.
Los rebeldes también celebraron el acuerdo. "A fin de responder al sufrimiento de nuestro pueblo, hemos hecho concesiones porque debemos fomentar la confianza", declaró el líder de la delegación rebelde, Getachew Reda.
Afirmando su voluntad de "implementar el acuerdo lo antes posible", insistió en "la voluntad de las dos partes de dejar el pasado atrás para trazar un nuevo camina hacia la paz".
Los rebeldes del Tigré y el ejército federal --apoyado por las fuerzas de regiones vecinas y del ejército de Eritrea, país vecino-- se enfrentan desde noviembre de 2020.
Tras cinco meses de tregua, los combates se reanudaron en agosto. Las fuerzas etíopes y eritreas anunciaron recientemente haber tomado varias ciudades del Tigré. El conflicto ha estado marcado por abusos contra civiles, según Amnistía Internacional.
La reanudación de los combates que dificultan la llegada de la ayuda humanitaria tan necesaria en la región de seis millones de habitantes, alarmó a la comunidad internacional. Este conflicto mortal sumió a la región en una grave crisis humanitaria.
Se desconoce el balance del conflicto, que se desarrolla mayormente a puerta cerrada. La prensa no tiene acceso al norte de Etiopía y las comunicaciones funcionan de manera aleatoria, volviendo imposible la verificación independiente de la información.
Hasta medio millón de personas murieron, calcula la ONU. Más de dos millones de etíopes fueron desplazados y cientos de miles de personas viven una situación cercana a la hambruna.
T.Deshpande--BD