El primer ministro de Suecia viaja a Turquía para lograr apoyo a su entrada en la OTAN
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, recibe este martes en Ankara al primer ministro sueco, Ulf Kristersson, que intenta hacer avanzar el proyecto de ingreso de Estocolmo en la OTAN, bloqueado desde mayo por Turquía.
El jefe de Estado turco se encuentra en posición de fuerza gracias en parte a su reciente y exitosa mediación con el presidente ruso, Vladimir Putin, que finalmente volvió al acuerdo sobre las exportaciones de grano ucraniano.
"Es hora de dar la bienvenida a Suecia y Finlandia a la OTAN", dijo el Secretario General de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, en una visita a Turquía la semana pasada, afirmando que es necesario "enviar un mensaje claro a Rusia".
Aunque Turquía ha acogido con satisfacción los avances en las conversaciones desde la formación del nuevo gobierno sueco el mes pasado, el presidente Erdogan dijo el viernes, por tercera vez en un mes, que su Parlamento solo ratificará la adhesión de los dos países nórdicos una vez que se tomen ciertas "medidas".
Turquía acusa a Suecia y Finlandia de proteger a los combatientes kurdos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y de las Unidades de Protección Popular (YPG), considerados terroristas por Ankara.
Varias solicitudes de extradición figuran en un memorando de entendimiento firmado en junio entre los tres países en la cumbre de la OTAN en Madrid.
Desde entonces Turquía se mostró impaciente ya que Suecia llevó a cabo una sola extradición desde principios de año, por "fraude".
En una entrevista a la AFP en octubre, el nuevo ministro de Relaciones Exteriores sueco, Tobias Billström, se mostró convencido de que Estocolmo podrá "satisfacer" los distintos puntos del memorando, refiriéndose a "un diálogo positivo" con Ankara.
En una muestra de la buena voluntad sueca, Billström dijo el sábado que Suecia debía "distanciarse" de las YPG --al frente de la lucha antiyihadista en Siria, con apoyo de Estados Unidos-- por su "vínculo demasiado fuerte" con el PKK, reconocido como organización terrorista por la Unión Europea.
- "La presión aumentará" -
Según algunos analistas, las elecciones presidenciales y parlamentarias de Turquía, previstas para junio de 2023, pueden retrasar el proceso.
"La parte turca ratificará la adhesión cuando considere que es el mejor momento para jugar esta carta. Mientras tanto, sin duda, la presión aumentará pero parece que muchos países de la OTAN ya consideran que la ampliación tendrá lugar el año que viene, o incluso en la segunda mitad del año que viene", señala Ilke Toygür, profesora de geopolítica europea en la Universidad Carlos III de Madrid.
"Además, se cree que Turquía está intentando negociar otras cosas: podrían ser F-16 [aviones de combate estadounidenses] o su relación general con Rusia", añade Toygür.
"¿Considera Erdogan que ha recibido suficientes muestras de buena voluntad por parte de Suecia y que le interesa política y militarmente declarar victoria? ¿O prefiere mantener la retórica al servicio de su campaña electoral?", se pregunta un diplomático europeo bajo condición de anonimato.
Según este experto, existe una "posibilidad razonable" de que el Parlamento turco ratifique el ingreso en la OTAN de los dos países nórdicos antes de junio de 2023.
F.Varghese--BD