Comicios de EEUU dejarán llaga en la política exterior de Biden, pero no un impedimento
Las victorias republicanas en el Congreso de Estados Unidos le traerán dolores de cabeza a Joe Biden, conforme trata de canalizar ayuda para Ucrania y combatir el cambio climático, pero con unos resultados inesperadamente estrechos en las elecciones de medio mandato, el presidente seguirá al mando en la escena mundial.
El republicano Kevin McCarthy, quien está listo para convertirse en el próximo presidente de la Cámara de Representantes, advirtió que no habrá un "cheque en blanco" para Ucrania, al tiempo que su partido es profundamente hostil respecto a la acción climática.
Sin embargo, la corriente principal republicana ha acompañado a los demócratas de Biden en la aprobación de miles de millones de dólares para Ucrania y estas elecciones no catapultaron al ala más radical del Partido Republicano, lo que dejó a los demócratas mejor parados de lo que normalmente podría esperar el partido en el poder.
Si los republicanos ganan el control de al menos una de las dos cámaras, como probablemente sucederá, sus acciones inmediatas podrían ser sesiones para movilizar a sus bases y entorpecer al equipo de política exterior de Biden.
"No tendrán los votos para anular el veto presidencial. No tendrán el poder para imponer una agenda afirmativa", considera Brian Finucane, ex alto funcionario del Departamento de Estado y ahora miembro del International Crisis Group.
"Donde podrían ejercer poder es en el bloqueo de iniciativas de la administración o en aplicar supervisión", añadió.
Los temas de debate que podrían entusiasmar a los republicanos van desde la caótica retirada estadounidense de Afganistán hasta investigar el origen del covid-19.
- Misma postura sobre China-
Entre los temas internacionales hay un amplio desacuerdo sobre el tema Irán, pues los republicanos se oponen firmemente a una reedición del acuerdo nuclear de 2015 que negoció Barack Obama.
Pero en lo que respecta a China, tema principal, tanto republicanos como demócratas ven el acenso de la potencia asiática como el principal desafío global para Estados Unidos.
Michael McCaul, quien encabezará el Comité de la Cámara baja para Asuntos Exteriores, recientemente ayudó a impulsar un proyecto que busca aumentar el apoyo a Taiwán a través de ayuda militar directa, en contraste con la vieja postura de que Taipéi compre las armas que necesite.
"No hay una enorme diferencia entre los republicanos y la administración Biden cuando se trata de la política sobre China", dice Anna Ashton, experta del Eurasia Group.
"No importa lo que haga Biden para endurecerse frente a China", los republicanos probablemente dirán que hay que hacer más.
- Florida ¿una causa perdida? -
Después de las elecciones de 2020, la administración Biden, impactada por las victorias de Trump en Florida, fue cautelosa sobre Latinoamérica, un asunto clave para la numerosa comunidad latina anticomunista que tiene sus raíces en Cuba o Venezuela.
Biden no modificó la designación de Cuba como estado patrocinador del terrorismo decidida por el expresidente Trump ni tampoco ha anunciado oficialmente un cambio en la política contra el gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro.
No obstante, para algunos demócratas el tercer estado más poblado del país es una causa perdida tras la victoria por cerca de 20 puntos de ventaja del reelecto gobernador Ron DeSantis, una estrella republicana en ascenso.
Ivan Briscoe, analista de asuntos latinoamericanos en el International Crisis Group, dijo que Biden ha tenido pocos logros en una región que se venía inclinando hacia la izquierda, como sucedió desde finales del año pasado en Chile, Colombia y ahora Brasil.
"Florida seguirá siendo un obstáculo para lo que uno podría llamar una aproximación conservadora moderada hacia Latinoamérica, en cuyo caso no habría nada que hacer para la administración Biden. En cambio, ésta debería enfocarse en la realidad latinoamericana, que se está moviendo en una dirección muy diferente", sugiere Briscoe.
V.Ishfan--BD