Biden y Xi se citan en Bali para reencaminar sus relaciones antes del G20
El presidente estadounidense Joe Biden y su homólogo chino Xi Jinping se reúnen este lunes en la isla indonesia de Bali en la víspera de la cumbre del G20 para intentar reencaminar su rivalidad tras años de crecientes discordias.
El primer encuentro en persona de Biden y Xi con ambos en la presidencia marcará el tono de esta cumbre de líderes mundiales que se presenta mermada de antemano por las tensiones geopolíticas, sobre todo vinculadas a la guerra en Ucrania.
La discordia entre las dos grandes economías mundiales no ha hecho sino aumentar en los últimos tres años: desde la competencia comercial a las controversias por el origen de la pandemia, pasando por las críticas a los derechos humanos en China o el estatus de Taiwán.
El objetivo último es fijar "salvaguardias" y aclarar "las reglas en el camino", indicó un alto cargo de la Casa Blanca. "Hacemos todo esto para evitar que la competición derive en conflicto", dijo.
Bajo la batuta de Xi Jinping, quien obtuvo en octubre un histórico tercer mandato al frente del país, China desplegó una conducta exterior más asertiva para cambiar el orden mundial liderado por Estados Unidos.
Aunque sin la agresiva retórica de su antecesor Donald Trump, que lanzó una guerra comercial con China, Biden también se mostró firme ante Pekín, especialmente con la cuestión de Taiwán.
"Esperamos que Estados Unidos trabaje junto con China, manteniendo de manera apropiada las diferencias bajo control, promoviendo mutuamente una cooperación beneficiosa, y evitando malentendidos y errores de juicio", dijo a la AFP una portavoz de la diplomacia china, Mao Ning.
La delegación estadounidense quiere convencer a Pekín para al menos sujetar las riendas de Corea del Norte después de los múltiples lanzamientos de misiles este año y los temores de un ensayo nuclear.
- La sombra de Ucrania -
La cumbre supone el segundo viaje internacional de Xi Jinping después de años de reclusión doméstica por la pandemia. Sin mascarilla, el presidente chino descendió del avión en Bali a escasas dos horas y media del encuentro con Biden.
El estadounidense no será el único en reunirse con Xi. Los presidentes argentinos, Alberto Fernández, por segunda vez este año, y francés, Emmanuel Macron, así como el primer ministro australiano, Anthony Albanese, también tienen agendados encuentros con él.
La reunión Biden-Xi puede eclipsar el inicio de una cumbre marcada por la guerra en Ucrania a pesar de los esfuerzos de Indonesia para centrarla en cooperación, recuperación económica o cambio climático.
El conflicto no está oficialmente en la agenda, pero sus rampantes consecuencias son difíciles de obviar: precios de los alimentos disparados, encarecimiento brutal de la energía, ralentización de la recuperación económica tras el covid y temores de recesión...
Pero cuando el martes se reúnen los 17 jefes de Estado y de gobierno habrá una notoria ausencia: el presidente ruso, Vladimir Putin, que será sustituido por su ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov.
Este pidió al bloque centrarse en los asuntos económicos por los que se fundó inicialmente el foro en 1999. "Rechazamos categóricamente la politización del G20", dijo el domingo.
Quien no fallará a la cita, aunque sea por videoconferencia, será el presidente ucraniano Volodimir Zelenski, por invitación del gobierno indonesio en un intento de mantenerse neutral frente al conflicto.
- Perspectivas pesimistas -
Además de Putin, faltarán también los presidentes mexicano Andrés Manuel López Obrador y brasileño Jair Bolsonaro, dejando a Alberto Fernández como único líder latinoamericano en Bali.
El argentino intervendrá el martes en el primer debate de la cumbre sobre seguridad alimentaria y energética, una cuestión de vital importancia dada la inflación del 66,1% que sufre su país.
En su agenda bilateral, Fernández también se reunirá con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.
Más allá de estos encuentros bilaterales se esperan pocos resultados concretos de la cumbre, cuyas reuniones preparatorias terminaron todas sin acuerdo debido a las discrepancias geopolíticas dentro del seno.
El domingo se anunció un pacto para lanzar un fondo de 1.400 millones de dólares para prepararse ante futuras pandemias, una cantidad que el país huésped consideró insuficiente.
El lunes, las autoridades indonesias aseguraron que las delegaciones estaban poniendo "esfuerzos extras" para conseguir una declaración conjunta entre los miembros del bloque, que representan más del 80% del PIB mundial.
Pero Luhut Binsar Pandjaitan, ministro de su gobierno, reconoció que "la situación global nunca ha sido tan compleja". "Si finalmente los líderes no acuerdan una declaración, es lo que es, está bien", añadió.
H.Majumdar--BD