La ausencia de Putin en el G20 simboliza el estancamiento en Ucrania
Australia, noviembre de 2014. Vladimir Putin, que acababa de anexionar la península ucraniana de Crimea, acudió a una cumbre del G20 en Brisbane. Criticado por todos, el presidente ruso dio un portazo y regresó a Moscú.
Ocho años después, mientras sus tropas libran una ofensiva contra Ucrania, el jefe del Kremlin optó esta vez por no arriesgarse y desistió de ir a la cumbre del G20 que comienza el martes en Bali, Indonesia.
"En una cumbre hay que hacer entrevistas y fotos. ¿Con quién allí iba a hablar y tomarse fotos?", preguntó el politólogo ruso Alexei Malachenko, quien esperaba la decisión.
Al optar por no ir a Indonesia, el presidente ruso evitó la humillación de una fría recepción, pero se arriesgó a aislar aún más a su país, ya golpeado por duras sanciones occidentales.
Pero esté presente o no, su ofensiva en Ucrania dominará la agenda del G20. El conflicto, criticado por Occidente, ha provocado o agravado varias crisis mundiales, en particular la económica y climática.
"Ese será el tema principal", aseguró Fiodor Lukianov, un politólogo cercano a los círculos de poder rusos. Pero "¿qué podría decir (Putin)? Su posición es conocida, no cambiará, al igual que la de la otra parte", declaró a AFP. ¿Qué sentido tiene ir?".
El Kremlin justificó su ausencia por motivos "de agenda" que retenían a Putin en Rusia, sin precisar cuál es el compromiso que le impide participar en una de las cumbres mundiales más importantes.
- "Sensación de estancamiento" -
Putin ni siquiera se va a dirigir a la cumbre por videoconferencia, según el Kremlin, mientras que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, cuyo país no es miembro del G20, intervendrá en dos ocasiones.
La delegación de Moscú en Bali estará encabezada por su jefe diplomático, Serguéi Lavrov, quien en julio se retiró anticipadamente de una reunión de ministros del G20 tras enfrentar un aluvión de críticas.
Pero la ausencia de Putin refleja la "sensación de estancamiento" que reina entre los actores del conflicto en Ucrania, "comenzando por los dirigentes rusos", sostuvo Konstantin Kalachev, un politólogo independiente ruso.
De hecho, casi nueve meses después del inicio de la ofensiva rusa, no ha habido ninguna negociación entre Kiev y Moscú.
En todo caso, el momento parece especialmente malo para que Rusia inicie conversaciones, ya que acumula numerosos reveses militares pese a la movilización de cientos de miles de reservistas este otoño boreal.
Presionado por una contraofensiva ucraniana, el ejército ruso anunció la semana pasada el retiro de la ciudad sureña de Jersón, la única capital regional que había conquistado desde el inicio de la invasión. En septiembre, se había retirado de manera caótica de la región nororiental de Járkov.
- Se buscan países "neutrales" -
Marginado por los países occidentales, Putin privilegia ahora las relaciones con países que tienen lazos históricos con Rusia o que comparten su rechazo a Estados Unidos, en lugar de los foros internacionales donde Moscú está cada vez más aislado.
"En la mente de Putin, negarse a ir al G20 no significa que Rusia no va a desarrollar relaciones con países neutrales", afirma Tatiana Stanovaia, quien dirige el centro de análisis R.Politik.
"Putin ha estado muy activo los últimos meses, intenta construir un mundo antiamericano, una coalición antioccidental", acotó.
Pero ¿darán frutos sus esfuerzos, cuando incluso los aliados tradicionales de Moscú están preocupados por su ofensiva en Ucrania y sus consecuencias en la economía y la seguridad alimentaria mundiales?
Los dirigentes de China e India, países que tienen relaciones cercanas con Rusia, han criticado públicamente a Putin.
El jefe de Estado ruso también reconoció en una cumbre en Kazajistán a mediados de octubre que los países de la antigua Unión Soviética están "preocupados" desde la invasión de Ucrania.
Pero la ausencia de Putin demuestra que Moscú "ya no participa plenamente de los procesos que ocupan a los principales líderes internacionales", indicó el politólogo Konstantin Kalachev.
Aparte del conflicto en Ucrania, Rusia ha estado desconectada, dice, de las discusiones sobre otros temas importantes.
W.Atwal--BD