Candidato de Brasil al BID promete combatir la pobreza y el cambio climático
La lucha contra la pobreza y el cambio climático, junto con la inversión en infraestructura, son las prioridades del brasileño Ilan Goldfajn si lo eligen presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Y más "diálogo con la asamblea de gobernadores".
Porque el banco, fundado hace más de sesenta años, necesita apaciguarse.
"El próximo presidente va a tener que enfrentar un BID que tiene la moral baja, con muchos conflictos, mucho más ideológico, que necesita reenergizarse" pero "esto es tanto un desafío como una oportunidad", declaró a la AFP.
"Va a tener que trabajar con gente que viene de un periodo muy conflictivo", afirma el economista, que se ha pedido una excedencia como jefe del departamento para América Latina del Fondo Monetario Internacional (FMI) para defender su candidatura al BID.
Y es que el último líder, el estadounidense Mauricio Claver-Carone, tuvo roces con algunos países miembros. Su mandato estuvo envuelto en polémica desde su nombramiento, aupado por el expresidente Donald Trump, hasta su destitución por haber dispensado un trato de favor a una subalterna con la que mantenía una relación íntima.
- "Sin objeción" en Brasil -
"Se necesita un líder que no es ideológico, que no es partidario, que sea alguien que no esté discutiendo cuestiones que no sean de fondo", asegura Goldfajn, quien fue designado por el presidente saliente, el ultraderechista Jair Bolsonaro, derrotado en las urnas por el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.
La candidatura de este exgobernador del Banco Central de Brasil ha generado discrepancias en el equipo de transición del presidente electo.
A la pregunta de si cuenta con el apoyo de Lula, que no se ha pronunciado al respecto, él contesta que "sí". "No hay nadie en Brasil con objeción a mi nombre", asegura.
Por de pronto sus prioridades parecen alinearse con las del líder izquierdista.
La lucha contra la pobreza y la desigualdad, "no solo de renta, sino también de género", está en lo alto de su lista, sobre todo después de que la pandemia y la guerra en Ucrania, que ha disparado la inflación, aumentaran el hambre.
Le sigue por orden el cambio climático, algo contra lo que afirma haber luchado en una oenegé "que enseñaba a las tribus de la Amazonía a usar los recursos naturales" para evitar la tala de árboles.
Para él es importante poder asumir los objetivos del Acuerdo de París, que establece metas de emisiones netas cero y descarbonización para limitar el calentamiento global. "Hay que discutirlo con la asamblea de gobernadores pero tenemos que poder asumirlo (...) con préstamos de verdad".
El tercer eje de su propuesta es "la inversión en infraestructura física y digital porque la conectividad hoy es muy relevante", señala.
Goldfajn que presume de ser "un buen mánager y administrador", estima que el BID debe estudiar cómo incrementar la eficacia y proceder por etapas.
Hay que examinar "cómo optimizar el capital que hay, cómo optimizar el balance del banco" y "hay formas de hacerlo, con garantías cruzadas, con compra y venta de los títulos, midiendo los riesgos que hay en la cartera", enumera.
Además hay que "mirar la efectividad del uso de los proyectos".
- Diálogo y transparencia -
Acto seguido, "hay que aumentar la capitalización de BID invest", que ofrece productos financieros destinados a proyectos del sector privado, "porque está consiguiendo sus objetivos".
"En el futuro hay que pensar en la capitalización" del brazo público del BID, "discutirlo con todos".
Con "todos" se refiere a los gobernadores con quienes, si resulta elegido, querría ir de la mano.
"Hay que tener diálogo con la asamblea de gobernadores, tiene que guiarnos a todos, tiene que decir hacia aquí es hacia donde vamos y, junto con el presidente, definir cómo se llega a eso", afirma. Y los gobernadores también "deben actuar con comunicación y transparencia".
El domingo esta asamblea de gobernadores es la que elegirá al nuevo presidente del BID en una votación que se lleva a cabo en función de los derechos de voto de los países miembros, que varían según el número de acciones en la institución.
Brasil, Estados Unidos y Argentina poseen juntos casi el 53% de estos derechos de voto.
R.Kohli--BD