Las elecciones presidenciales en Kazajistán cierran un año de sangrientos disturbios
Kazajistán elige el domingo a su jefe de Estado en unos comicios anticipados destinados a afianzar el poder del presidente Kasym-Jomart Tokáyev, menos de un año después de los sangrientos disturbios que sacudieron su poder.
El presidente se presenta ahora como el hombre de la renovación y la armonía nacional, a pesar de que en enero de 2022 ordenó "disparar a matar" a los manifestantes en las protestas contra el alza del precio del carburante, en las que murieron al menos 238 personas.
Las elecciones son la culminación de un año en el que Kazajistán, una antigua república soviética en Asia Central rica en recursos naturales y considerada estable, ha estado a punto de caer en el caos.
El Comité Nacional de Seguridad reveló el jueves que detuvo a siete personas cercanas a un dirigente opositor exiliado por cargos de planear un "golpe de Estado" antes de los comicios.
Y aunque persiste la sombra del "enero sangriento", al igual que las profundas desigualdades sociales que provocaron los disturbios, el exdiplomático de 69 años prometió construir "un nuevo Kazajistán" más justo y menos corrupto.
Para ello, purgó el clan de su influyente y engorroso antecesor, Nursultán Nazarbayev, y consolidó su posición más de tres años después de asumir el cargo en 2019.
- "Contra todos" -
Tokáyev no ha permitido el surgimiento de la mínima oposición y los 12 millones de personas llamadas a votar el domingo, de 01H00 a 15H00 GMT, sólo podrán elegir entre él y cinco candidatos irrelevantes.
"No hay un candidato creíble, no hay elección, voy a votar contra todos ellos", dice un desencantado Asset Temirgalyev, un jubilado de Almaty, capital económica del país y epicentro de la represión y de los disturbios de enero.
Observadores electorales de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) lamentaron en un informe que sus recomendaciones "relacionadas con las libertades fundamentales y las condiciones de elegibilidad y de inscripción de candidatos" no hayan tenido seguimiento.
"Esas elecciones son una farsa. Si Tokáyev hubiera dicho 'me quedaré siete año o el tiempo que quiera y luego me iré', le habría respetado su honestidad", asegura Aidar Ergaly, un arquitecto contactado por AFP.
Llegado al poder tras la sorpresiva renuncia de Nazarbayev en marzo de 2019, Tokáyev abogó inicialmente por una continuidad con su omnipotente antecesor y mentor, antes de romper con él en el sangriento enero.
- "Leal" -
Si bien la matanza, según el politólogo Andrei Chebotarev, "puso al país al borde de la guerra civil", también sirvió de "catalizador para cambiar los fundamentos de la sociedad y el Estado".
Pese a surgir del sistema de Nazarbayev, el actual líder Tokáyev ha expulsado del poder a los allegados del expresidente y encarcelado a otros.
También prometió reformas para liberalizar el sistema y sanear la economía.
Para la jubilada Svetlana Kadyseva, "en el poco tiempo transcurrido, no vemos un cambio real".
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), las tensiones sociales que dieron lugar a las protestas de enero podrían reaparecer, sobre todo teniendo en cuenta las consecuencias económicas globales de la guerra en Ucrania y la fuerte dependencia económica de Kazajistán con Rusia.
"Tenemos gran esperanza en Tokáyev y creemos que se preocupa por el pueblo más que Nazarbayev", comenta por su parte Janiya Nakizbekova, una empresaria de 57 años.
En el plano internacional, Tokáyev hace equilibrios entre Rusia, China y Occidente, recibiendo a diversos dignatarios, como el presidente chino, funcionarios occidentales, los gobernantes de Rusia o Turquía e incluso al papa.
Aunque ha criticado la invasión rusa a Ucrania, ha evitado sumarse a las sanciones estadounidenses y europeas contra Rusia, principal socio económico de Kazajistán.
K.Williams--BD