La ESA decide si se dota de medios para mantener a Europa en la carrera espacial
La Agencia Espacial Europea (ESA) votará este miércoles un presupuesto decisivo para mantenerse en la dura carrera del espacio con Estados Unidos, China y Rusia y desvelará su nueva promoción de astronautas.
Los ministros de cuestiones espaciales de los 22 países de la ESA están reunidos en París desde el martes y decidirán sus programas y su financiamiento en los próximos tres años.
La ESA aspira a obtener unos 18.500 millones de euros (19.050 millones de dólares), un 25% más que en el trienio anterior.
Se trata de un esfuerzo "inmenso" en plena crisis económica, pero "necesario" para que la ESA no quede "afuera de la carrera" espacial, sostuvo el director general del organismo europeo, Josef Aschbacher, en una entrevista con la AFP.
El Viejo Continente no quiere quedar rezagado respecto a China o Estados Unidos, que invierten sumas colosales en sus actividades espaciales, sobre todo en la exploración.
La ESA pretende mantenerse como uno de los organismos más poderosos del ramo en plena revolución del "New Space", la nueva carrera del espacio marcada por la multiplicación de los actores privados, con la estadounidense SpaceX a la cabeza.
"Si queremos ser independientes, tenemos que poner dinero sobre la mesa", aseguró el ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, encargado de cuestiones espaciales.
"Tenemos que unirnos para hacer frente a las ambiciones chinas y estadounidenses", añadió.
"Quiero reforzar la comercialización, para crear una nueva economía espacial", afirmó por su lado Aschbacher.
Si la ESA obtiene los fondos requeridos, estos se destinarán a la observación de la Tierra (3.000 millones de euros), el transporte espacial, sobre todo de la lanzadera Ariane 6 (3.300 millones) o a la exploración humana y robótica del espacio (3.000 millones).
Y casi todas las partidas presupuestarias de la ESA aumentarán, con la excepción de los programas científicos (3.000 millones de euros), que solo se ajustarán al nivel de inflación.
- Negociaciones cruciales sobre las lanzaderas -
Las negociaciones se auguran arduas, sobre todo respecto al dinero destinado a las lanzaderas, una cuestión crucial para que la UE disponga de una política autónoma sobre el espacio.
La soberanía europea se vio debilitada por el retraso en el proyecto de Ariane 6, considerado como una respuesta a SpaceX, y por la guerra en Ucrania, que privó a la agencia europea de las lanzaderas rusas Soyuz.
De hecho, la ESA tuvo que recurrir a los servicios de la empresa de Elon Musk para lanzar dos misiones espaciales.
La cuestión de las lanzaderas suele provocar "tiras y aflojas" entre Francia, Alemania e Italia, reconoce Philippe Baptiste, presidente de la CNES, la agencia espacial francesa.
Estos tres países al final llegaron a un acuerdo para garantizar la futura explotación de los cohetes de Ariane 6 y de su hermana pequeña Vega-C.
- ¿Habrá un astronauta con discapacidad? -
Las discusiones sobre los futuros satélites de observación de la Tierra también resultarán más complejas de lo esperado.
Otro asunto que tratarán serán los 750 millones de euros que la ESA destinará a Iris, una constelación de satélites destinados a garantizar Internet y sus comunicaciones en todas partes.
Una vez se terminen las discusiones sobre el presupuesto, anunciará su nueva promoción de astronautas, que sustituirá a la de 2009.
Elegirá a cuatro o seis astronautas entre más de 22.000 candidatos, que pasaron un largo proceso de selección, con pruebas médicas, psicológicas, entrevistas...
Los entrenamientos de la nueva camada empezarán en abril de 2023 en el Centro Europeo de Astronautas de Colonia, en el oeste de Alemania.
La ESA presentará en paralelo a uno o varios astronautas con discapacidades físicas y con los que trabajará en aras de darles la posibilidad de viajar al espacio, una primicia en la historia de la conquista espacial.
F.Mahajan--BD