Arranca esperada vacunación contra el covid en bebés y niños en EEUU
Hospitales, clínicas y farmacias en Estados Unidos comenzaron este martes a vacunar contra el covid-19 a la población más joven de niños del país, un hito que fue bien recibido por padres ansiosos por proteger a sus hijos del virus.
La aplicación de millones de vacunas avanzaba en el país, 18 meses después de que las personas mayores se convirtieran en el primer grupo de elegibles para inmunización.
Niños entre los 6 meses y hasta los 4 años no se consideran en el mismo riesgo que los adultos.
"Estamos muy emocionados", dijo Amisha Vakil, una madre de dos chicos de tres años que fueron vacunados con dosis de Moderna en el Hospital de Niños de Texas, en Houston.
"Están en alto riesgo así que, tú sabes, hemos vivido en una pequeña burbuja", dijo Vakil.
Esta fase también fue celebrada por el presidente Joe Biden, cuya administración puso a disposición 10 millones de dosis de vacunas de Pfizer y Moderna en los estados que lo autorizaron la semana pasada.
"Estados Unidos es ahora el primer país en el mundo en ofrecer vacunas seguras y efectivas para niños tan pequeños como de 6 meses", dijo Biden, calificando la decisión como "un paso adelante monumental".
Países y territorios como Argentina, Bahréin, Chile, China, Cuba, Hong Kong y Venezuela habían ofrecido vacunas para menores, pero no incluían vacunas de tipo mRNA, como lo son Pfizer y Moderna.
La Agencia Europea de Medicamentos está revisando el uso de la vacuna de Moderna en menores de 6 años y podría secundar la decisión de Estados Unidos.
Daniel Grieneinsen, padre de una niña de tres años que se vacunó, dijo: "Significa que ahora estamos a solo un par de semanas de poder llevarla a lugares cerrados, y un poco recuperar nuestras vidas, es muy emocionante".
La semana pasada, un panel de expertos convocado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) revisó datos de pruebas clínicas que incluían a miles de niños inoculados con Pfizer y Moderna, y consideró que eran efectivas y seguras.
Como señal de la actual politización alrededor de las vacunas en Estados Unidos, el gobernador de Florida Ron DeSantis rehusó pedir al gobierno federal vacunas para los más jóvenes, obligando a los centros médicos privados y padres de familia a arreglárselas por su cuenta.
"Esta es la población que tiene cero riesgo de contraer algo", dijo en una conferencia de prensa la semana pasada.
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R.Altobelli--BD